Nintendo y Xbox, por otra parte, también se han pronunciado al respecto y su estrategia para enfrentar la crisis no está basada en aumentar los precios de sus consolas, al tiempo que el gaming se está diversificando a través de otros modelos de negocio más accesibles para compensar el panorama gris que se dibuja sobre los jugadores.
Los usuarios entran a la partida
Según datos de Newzoo, se prevé que el número de jugadores crezca un 4.6% este año hasta alcanzar los 3,200 millones, quienes van a generar 196,800 millones de dólares. No obstante, la consultora especializada afirma que el crecimiento general se verá ralentizado, debido a la inflación que “limita el ingreso disponible de los consumidores para gastar en juegos”.
En Estados Unidos, el gasto total general de los consumidores de videojuegos ascendió a 12,350 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022, es decir, una disminución del 13% en comparación con el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con cifras de NPD Group.
En México, la firma The Competitive Intelligence Unit (CIU) estima que el crecimiento para la industria será de apenas el 6% en este año. “Hoy los estrenos son más caros”, problematiza Fernando Esquivel, director de investigación de mercado en The CIU, quien explica que esto se debe a los impuestos digitales (en el caso de juegos virtuales), además de aranceles sobre las mercancías físicas y otros costos para que estos lleguen al país.