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Reseña: The Legend of Zelda. Tears of the Kingdom, lo más alto de la leyenda

Con esta nueva entrega, Nintendo logró amalgamar los elementos más característicos de la franquicia Zelda para entregar uno de los juegos más relevantes en la industria de los videojuegos.
jue 11 mayo 2023 11:00 AM
The Legend of Zelda. Tears of the Kingdom
Este título condensa todo lo que representa la franquicia Zelda en un juego épico.

The Legend of Zelda es una franquicia icónica en la industria de los videojuegos por su capacidad de revolucionar la forma de jugar. Lo hizo en 1986, con el original The Legend of Zelda; en 1991, con A Link to The Past; en 1998, con Ocarina of Time; y en 2017, con Breath of the Wild. Ahora, con Tears of the Kingdom, su efecto revolucionario se basa en combinar todas las fórmulas de sus antecesores y que encajen todas a la perfección.

Tears of the Kingdom es una secuela directa de Breath of the Wild, por lo que narra la historia del reino de Hyrule luego de que la malicia de Ganon, un aura maligna que ha contaminado el mundo, se desata. En términos de historia para la franquicia, es uno de los juegos con mayor peso, pues no sólo contará los sucesos del presente, sino también elementos de otras épocas que permitirán entender la compleja cronología del mundo de Hyrule.

Desde el inicio del juego, los momentos emotivos no se harán esperar. La historia va directo a tocar puntos clímax que también desatan las principales características del juego, como las islas flotantes y el nuevo mundo que se podrá explorar tanto en el cielo como en el subsuelo de Hyrule.

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Asimismo, se revelarán más detalles de los Zonnan, una raza ancestral que será uno de los elementos que más conversaciones genere entre los fanáticos de la franquicia, pues aportarán nuevos detalles al origen de Hyrule. Sin embargo, tiene un problema y es que para develar el pasado, este juego se olvida un poco del presente, es decir, no hay un gran desarrollo de los personajes principales.

Un juego que crece mientras avanzas

Durante las primeras dos horas de juego, la experiencia es bastante similar a Breath of the Wild: Link, el personaje principal, despierta sin saber dónde se encuentra, mientras la princesa Zelda está desaparecida y ambos personajes deben ayudarse y encontrarse para derrotar al Rey Demonio: Ganondorf.

Por otra parte, y al igual que la precuela, un espíritu nos guiará por un territorio delimitado en donde Link deberá visitar tres santuarios para adquirir ciertas habilidades que le serán útiles a lo largo de toda su aventura. En el camino, el jugador aprenderá las dinámicas de este mundo abierto, desde cómo recolectar materiales, cómo interactuar con lo que hay a su alrededor, hasta cómo cocinar para soportar las variaciones del clima.

Una vez que se supera ese nivel introductorio en una de las tantas islas flotantes, Link debe dar el salto de fe. Es entonces cuando Tears of the Kingdom verdaderamente encuentra su propia identidad, pues aunque se trata del mismo mundo, las dinámicas de juego se nutren con las nuevas habilidades del protagonista.

Por ejemplo, al suceder unos años después de su antecesor, el reino de Hyrule se encuentra en reconstrucción y, por lo tanto, hay estaciones de materiales que Link puede aprovechar para construir medios de transporte a través de su habilidad, llamada ultramano.

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Las otras capacidades, como la Combinación o el Retroceso, permiten que la creatividad del jugador salga a relucir en sus formas de explorar el mundo o también la manera en que atacan a los enemigos. Incluso de estos elementos puede depender la estrategia al enfrentar a un enemigo poderoso.

Todas estos agregados provienen de la tecnología y magia Zonnan, las cuales dan una capa más de jugabilidad, al igual que los santuarios sheikah dieron en Breath of the Wild, pues estos siguen siendo pequeños rompecabezas en donde el usuario debe ser bastante creativo para solucionarlo, pues no existe una forma única de hacerlo.

De hecho, esta idea de muchas soluciones para un mismo problema en un videojuego, proviene de la mente de Hidemaro Fujibayashi, director de este título, quien quiso trasladar las infinitas posibilidades que permite la vida misma a la franquicia Zelda… y lo logró bastante bien.

El ciclo Zelda se vuelve a cumplir

Una dinámica que parece común con cada estreno de la franquicia es que cuando a los fanáticos no les gusta algo del último título, lo expresan los desarrolladores en Nintendo lo solucionan para la siguiente versión. En Skyward Sword (2011), por ejemplo, algunas de las críticas se centraron en su linealidad y para el siguiente título (Breath of the Wild), el equipo decidió implementar el mundo abierto.

En el caso de Breath of the Wild, el principal señalamiento fue hacia las mazmorras de las Bestias Divinas. Se reprochó que fueran repetitivas e incluso se llegó a decir que eran prácticamente iguales. Esta situación no podía quedarse así en Tears of the Kingdom y es por ello que Nintendo decidió implementar un nuevo sistema de mazmorras más apegado a las entregas clásicas, pero que se combinan con el mundo.

Los creadores lo explicaron en una reciente entrevista , donde detallaron que estos elementos se diseñaron de manera que se combinaran con sus entornos. Durante el tiempo que jugué, pude vivir una experiencia en la región de Tabanta donde el nivel introductorio fue bastante retador, pero divertido, mientras que la mazmorra fue bastante sencilla de resolver y se complementó con un enfrentamiento épico ante un jefe.

Por otra parte, un punto en donde el ciclo no se cumplió fue la música y es que en su antecesor, muchos jugadores señalaron que la experiencia no era satisfactoria debido a que sólo parecía un acompañamiento y no era memorable. La verdad es que pasa lo mismo: durante la exploración, la música no es protagonista, sino ambiental pero considero que no sea un problema, ya que después de horas de juego, comienzas a reconocer las pistas.

No obstante, la edición de sonido destaca bastante, pues te hace sentir parte de todo el entorno, desde los pasos que da Link en el terreno hasta los susurros del viento pasando por el proceso de construcción de nuevas armas, donde la combinación de magia. El proceso de elegir un arco, combinarlo con algún elemento y tensar la cuerda se disfruta aún más con audífonos.

Asimismo, el doblaje al español latino es un punto que demuestra el cariño que tuvo este lanzamiento para la región, pues, una vez más, está bastante cuidado y cada personaje tiene su personalidad.

¿Recomiendo comprar The Legend of Zelda. Tears of the Kingdom?

Sin duda, es un título imprescindible en el catálogo de Nintendo Switch. Claro que tiene sus puntos en contra, como el hecho de que vuelve a sufrir caídas de cuadros en momentos específicos, como cuando suceden muchas cosas en pantalla al mismo tiempo o hay transparencias para mostrar otros elementos.

Sin embargo, es un paso más adelante en la franquicia, pues se atrevió a combinar los elementos más característicos de la franquicia: su compleja y amplia historia; sus intrincadas mazmorras; y su mundo abierto para entregar un videojuego épico que seguramente influenciará a desarrolladores en todo el mundo de la misma forma que lo hizo Breath of the Wild. 9.5 de 10.

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