En medio de las peticiones de regulación hacia la Inteligencia Artificial generativa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió cautela a las instituciones médicas al implementar este tipo de herramientas en la atención de pacientes, pues podrían convertirse en un daño para ellos si no se usa correctamente.
El organismo hizo referencia a populares herramientas como ChatGPT, desarrollado por OpenAI, o Bard, de Google, las cuales podrían estar generando entusiasmo debido a su potencial para apoyar las necesidades de salud de las personas; sin embargo, alertó que aún existen riesgos al utilizar esta tecnología.
Las preocupaciones de la OMS se deben a que las herramientas sean utilizadas de forma precipitada, lo cual podría generar errores por parte de los profesionistas de la salud, causar daño a la gente y eliminar la confianza por la IA, lo cual retrasaría su uso a largo plazo en este sector.