Francisco Castañeda, director general de RoboRAVE International, menciona que a nivel económico es un momento inmejorable para estas disciplinas, pues el mercado global está creciendo y las empresas, aunque no sean de tecnología, requieren de estos especialistas.
“En los últimos 50 años no se había presentado este fenómeno. El hecho de que Estados Unidos tenga una relación geopolítica complicada con China nos da ventajas competitivas para venderle al vecino del norte, nos da un periodo de 5 a 10 años potenciales de crecimiento”, vaticina.
Sin embargo, resaltan la necesidad de una mayor preparación en el campo, lo cual representa un cambio en las dinámicas tradicionales de la educación. Al respecto, Saint Martin propone una educación orientada a la acción, al aprendizaje a través del juego y pensar en cómo solucionar problemas de las comunidades.
Centrar la atención en esta clase de proyectos es significativo, comparte, porque genera más retención de los conocimientos e interés en la realización de proyectos, terreno en el que también se debe trabajar para saberlos comunicar y tengan mayor impacto social.
Hablar de habilidades STEM no sólo tiene relación con generar talento para las industrias, sino con generar habilidades humanas. Según el Foro Económico Mundial , entre las habilidades más valiosas para 2025 se encuentran el pensamiento crítico y la innovación, el aprendizaje activo, resolución de problemas, y el uso, supervisión y control de la tecnología.
Los retos de la educación digital
Saint Martin menciona que para realizar esta transición educativa se requiere innovar en diferentes áreas, como la capacitación de docentes y la actualización de los libros de texto; no obstante, también acepta que se trata de un reto que los países asumen a distintas velocidades.
Aunque se trata de un desafío complejo, menciona que las habilidades STEM se deben incorporar desde la plantilla curricular de las escuelas públicas e intentar hacer un programa federal, donde también se atiendan las brechas de infraestructura.
A nivel privado, concluye, las empresas deben asumir la responsabilidad de apoyar a las instituciones públicas por medio de programas para que tengan un primer acercamiento a las habilidades tecnológicas y se sientan cómodos durante su implementación tanto para los alumnos como para los docentes.