El futuro del trabajo gracias a la IA de acuerdo con Yuval Harari
“Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que realmente nadie sabe cómo será el mercado laboral en el año 2034”, sentenció Harari. Las investigaciones en torno al impacto de la IA y el futuro del trabajo son variadas y dispersas en opiniones.
Por ejemplo, mientras un informe del banco de inversión Goldman Sachs señala que la IA podría reemplazar el equivalente a 300 millones de empleos en 10 años, sustituyendo una cuarta parte de las tareas laborales en los Estados Unidos y Europa pero aumentando el GDP un 7%, otro estudio de McKinsey Global dice que 12 millones de trabajadores tendrán que cambiar su empleo para 2030 a causa de la IA.
“Por supuesto, a lo largo de la historia, nadie ha podido predecir los eventos políticos. Tal vez estalle una guerra, tal vez venga una pandemia, pero el mercado laboral era relativamente estable, ahora ya no”, dijo el filósofo.
Por ejemplo, actualmente uno de los esfuerzos educativos está en digitalizar a los más jóvenes y que aprendan tareas como la codificación. Pero esto es algo que en 10 años tal vez ya sea obsoleto, pues una IA lo podrá hacer por ti. “Debido al rápido ritmo del desarrollo de la IA, es imposible anticipar de antemano todas las capacidades peligrosas”, compartió Harari.
“Es el fin de la historia humana tal como la conocemos y estamos entrando en un nuevo capítulo con esta nueva era."
De acuerdo con el filósofo, la única forma de lidiar con la naturaleza cambiante y rápida de la tecnología es creando instituciones regulatorias que monitoreen constantemente los últimos cambios y reaccionen ante ellos.
Estas instituciones necesitarán tres cosas. En primer lugar, requerirán del mejor talento humano. “Si el mejor talento humano se va a las grandes empresas de IA y solo unos pocos van a las instituciones regulatorias, no hay posibilidad de regular”.
En segundo lugar, necesitarán la mejor tecnología, con grandes cantidades de potencia informática y el apoyo público.
Y en tercer lugar, necesitarán legitimidad a nivel global. “No se puede regular a nivel de un solo país (...) Este es el gran desafío que estamos enfrentando. Porque a diferencia, por ejemplo, de la proliferación nuclear, las barreras de entrada de la IA son más bajas. Por lo tanto, será aún más difícil”.