Ricardo Valencia, subgerente de ventas y mercadotecnia de la división de imagen Digital en Sony México, explica que los teléfonos siguen vendiendo más que las cámaras porque están dirigidos a un público masivo; sin embargo, esto no significa que la industria fotográfica esté en decadencia y la industria ha apostado por tecnología más avanzada para públicos especializados.
Las cámaras mirrorless apuntan a un nicho de fotógrafos o creadores de contenido que buscan la mejor calidad en sus fotografías o especializarse en un tipo de imagen que los teléfonos no le pueden dar debido a limitaciones de hardware, aun con las innovaciones de los dispositivos top de gama, explica.
“Las cámaras han tomado un papel cada vez más específico y cercano a ser una herramienta de creación y no algo que está enfocado a utilizarse en las reuniones familiares o para capturar los recuerdos”, señala Valencia.
Una muestra de las limitantes de los teléfonos, ejemplifica, queda demostrada en los conciertos, pues si bien los smartphones cada vez cuentan con herramientas de zoom más potentes, hay sectores de los usuarios que están optando por llevar cámaras point and shoot, las cuales se permiten en esta clase de eventos y tienen mejores características de acercamiento que un teléfono.
Mirrorless, el paradigma perfecto de los fotógrafos
Salom menciona que las cámaras mirrorless son las mejores porque está enfocada a los profesionales, quienes necesitan “entregables” de mayor calidad y la tecnología de un teléfono todavía no alcanza esos estándares incluso con sus capacidades de Inteligencia Artificial generativa.
”Eso muchas veces no es aceptable, porque buscas una fotografía real, que transmita realmente lo que pasó, lo que el fotógrafo vio sin que la imagen sea alterada por la IA”, menciona el especialista.
Según datos del Informe de la Industria Fotográfica 2024, elaborado por Zenfolio y en el que participaron 7,600 fotógrafos de 102 países, el 52% de los profesionales están utilizando cámaras sin espejo, lo cual habla de que finalmente la mayoría de especialistas están realizando el cambio hacia este tipo de dispositivos y reconfigurando la industria que por muchos años fue dominada por las cámaras DSLR, mejor conocidas como réflex.
Este mismo estudio destaca que las cámaras de los teléfonos son especialmente populares entre los fotógrafos más jóvenes (de entre 18 y 20 años), sin embargo, el grupo de edad de 30 a 39 años muestra una fuerte preferencia por las cámaras sin espejo, con un 58% de los encuestados favoreciendo este sector.
Para Valencia, la razón por la que estos dispositivos son cada vez más populares es su capacidad de llevar la creatividad al siguiente nivel. Los teléfonos, comenta, tienen limitantes respecto a las ópticas con las que cuenta, pues esta es única y con una cámara se pueden obtener otro tipo de resultados, incluso llegando a un nivel cinematográfico.