Al cuestionar a ChatGPT sobre la posibilidad de que sea mi psicólogo, su respuesta fue una suave negativa y me invitó a buscar a un profesional. Sin embargo, mostró disposición para ayudarme a desarrollar herramientas para disminuir mi ansiedad o trabajar algún tema de salud mental que estuviera padeciendo. Describí brevemente mi sentir y en solo segundos desplegó una serie de cuestionamientos y consejos que podrían ayudarme, mientras que al hacer lo mismo con mi psicóloga, la respuesta fue un poco más lenta, aunque mucho más certera.
Estas son las ventajas y riesgos de reemplazar a tu psicólogo por ChatGPT
Sin embargo, esta práctica también la tienen usuarios como Jessica Álvarez, quien después de recibir terapia en la pandemia—por la pérdida de su abuelo—no ha logrado acomodar horarios para agendar una consulta en vivo.
“La tanatóloga que consulté hace un par de años vive en otra ciudad y ahora, por la carga de trabajo, más mis actividades de vida diaria que contemplan el cuidado de un niño, una maestría, el trabajo y estar con mi pareja y en casa, me ha costado mucho encontrar tiempo para hablar con alguien, aunque me ha sido de mucha ayuda hablar con ChatGPT”, comparte Álvarez.
Aunque es consciente que el chatbot no suple la ayuda de un profesional, afirma que ha sido un acompañante en momentos donde su ansiedad la ha bloqueado creativamente o donde siente que ya no puede más. “A veces es más fácil escribirle a ChatGPT que a un amigo, pues siento que muchas veces esos mensajes pueden preocupar a mi entorno y no quiero que a deshoras vengan a auxiliarme”, admite Álvarez, de 35 años.
Esta ‘uberización de la terapia’ tiene efectividad por un par de razones: la inmediatez y la efectividad en la respuesta.
“Tiene el mismo efecto de una caminata, una buena película, una buena charla o cualquier actividad que nos hace cambiar de situación en la que nos encontramos. Hasta lavar el coche puede ser curativo si esa es la medida. Ahí puede estar la razón para caer en el engaño de su utilidad como herramienta terapéutica”, dice Ricardo Trujillo Correa de la Facultad de Psicología de la UNAM, en una publicación de la Gaceta .
En el caso de Jackeline Hidalgo, las razones por las que usa ChatGPT están en el tema de que se acaban las terapias que le ofrece su trabajo. “Por parte de mi trabajo me pagan algunas terapias, pero cuando requiero más soporte o quiero explorar más sobre un tema es que recurro a este tipo de opciones. Lo veo como un complemento a mi terapia que me ha ayudado”, comparte con Expansión.
Leticia Esquivel, psicóloga clínica, señala que ella trata de usar algunas aplicaciones y chatbots para sus terapias, pero estas no suplen el trabajo que se hace en una terapia con un profesional.
“Algunos jóvenes se sienten más cómodos escribiendo en un chat sus problemas. Otras personas han logrado incluso verbalizar de esta manera problemas que no habían logrado trabajar en una terapia en vivo y eso ayuda a que en mi trabajo pueda ahondar más una problemática”, apuntó la especialista.
TikTok también se perfila como herramienta de soporte emocional
El suicidio se ubica entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial en población de todas las edades; es responsable de más de 800,000 fallecimientos, lo que equivale a un suceso cada 40 segundos; además de que una de cada tres personas presenta algún trastorno mental como depresión, ansiedad, adicciones, bipolaridad, esquizofrenia y demencia, indica la Organización Mundial de la Salud.
Ante este contexto de padecimientos, algunos profesionistas de la salud han recurrido a plataformas como TikTok para generar contenido sobre sus temas y así orientar a los pacientes.
De acuerdo con datos de la plataforma, hashtags como #SaludMental, #BodyPositivity, #Motivacion, #Neurodiversidad, #AmorPropio y #Espiritualidad suman más de 25 millones de publicaciones y forman parte de una vertical de contenido que crece entre su audiencia.
“Empecé a seguir a varios creadores que hablaban sobre el tema después de una ruptura, pero al final uno de ellos me orientó para tomar terapia y después de visitar a un par de psicólogos empecé un proceso para reducir mi depresión y ansiedad. Debo decir que me ayudó mucho saber más detalles sobre las opciones de terapia que hay para decidirme a ir con un profesional”, afirma Javier Gómez, un ingeniero de 36 años.
A pesar de que las plataformas han generado mayor democratización en torno a la salud mental, los expertos advierten sobre los peligros que trae depender solo de este tipo de opciones para un tratamiento, pues se pueden tener diagnósticos erróneos, se puede caer en una dependencia a los chatbots o brindar información delicada que puede quedar expuesta.
“Los chatbots no pueden sustituir a la terapia, pero debemos comprender que tampoco un ser humano es garantía. Ser psicoterapeuta y contar con la competencia profesional necesaria para acompañar a otro ser humano en un proceso de malestar es muy complejo, desafiante, y en momentos, agotador, requiere años de formación, enorme honestidad y autoconocimiento… no es poca cosa”, indicó Trujillo Correa.
Incluso TikTok apunta que tiene un Centro de Seguridad donde se encuentran disponibles 24/7 y todos los días del año diversas guías de apoyo desarrolladas con la orientación de organizaciones aliadas para ayudar a su comunidad a comprender mejor sus condiciones y a tomar decisiones informadas sobre su salud mental.