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Las nuevas generaciones tienen nostalgia de una época que no vivieron

Cada vez es más común que los públicos jóvenes se acerquen a tecnologías analógicas, gracias a la herencia de sus padres y a las experiencias que buscan vivir.
vie 06 diciembre 2024 05:25 AM
Nostalgia vende vinilos y rollos fotográficos

El primer acercamiento a la música en vinilos que tuvo Martí Gil Bartomeu (43 años), dueño de la tienda especializada Alta Fidelidad , fue gracias a sus padres. Ellos tenían una tornamesa en casa y para él fue “natural” utilizar ese dispositivo. Ahora, Martí le está transmitiendo ese gusto a su hija de cuatro años, quien incluso ya ha iniciado su colección con discos de Kiss.

Según cifras del informe de consumo de música de Billboard, para 2024 las ventas de vinilos se calculan en 23.3 millones de unidades y si bien es una cifra relevante, es importante destacar que se trata de una disminución de 33.3% respecto al año anterior, cuando se vendieron 34.9 millones de unidades.

Cada vez es más común ver que generaciones de jóvenes, como los centennials o incluso los alfa, se ven atraídos por tecnologías analógicas, gracias a, entre otros motivos, la nostalgia heredada de algo que nunca vivieron y la experiencia de tener contacto con esa tecnología, algo que sucede tanto en la música como en la fotografía.

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Los papás de la generación Z son los millennials o en algunos casos la generación X. Ellos sí vivieron la época de los carretes fotográficos o de las tornamesas, comenta Verónica Maldonado, marketing manager de Fujifilm México, quien destaca que ahora le toca a las nuevas generaciones conectar con sus recuerdos a través de gadgets que entregan experiencias más físicas.

Este comportamiento aportó, por ejemplo, a que la marca hiciera renacer la categoría de las cámaras instantáneas, a través de la línea Instax, un producto “pensado para la generación Z”, afirma Maldonado.

Entre las explicaciones que ella aporta sobre este fenómeno destaca que se trata de un segmento de la población altamente estimulada y, a diferencia de otras generaciones que se unen al mundo digital, son nativamente multipantallas, por lo que tienen un deseo de “regresar los pies a la tierra” y desconectarse del mundo digital.

“Los dispositivos móviles son una cosa maravillosa”, afirma Maldonado; sin embargo, agrega que “también nos han alejado muchísimo de las vinculaciones y las relaciones más emocionales”.

Vivir una experiencia de otra época

De acuerdo con datos del informe Engaging with music , elaborado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) las tres principales razones por las que la gente compra vinilos están relacionadas a una experiencia: “Me gusta poseer físicamente mi música”, “me gusta tener los discos para mirarlos” y “disfruto del ritual de reproducir un disco de vinilo”.

Martí relata que eso es algo que ve prácticamente a diario en su trabajo. Desde revisar los anaqueles, ensuciarse los dedos pasando los discos hasta encontrar el ideal o platicar con el dueño sobre recomendaciones “es muy distinto a entrar en Amazon y comprarlo sin esa interacción de por medio”, platica.

“Luego llegas a casa”, continúa. “En mi caso no le quito el celofán, cada quien tiene su estilo, ¿sabes? Abres el disco, ves el arte, la funda, en algunos casos te encuentras con las letras de las canciones o algún póster. Todo eso te envuelve en un concepto que no es lo mismo que darle play a una lista de Spotify”.

Diego Machado, dueño del laboratorio fotográfico, Specto Galería , comparte una historia similar de su infancia. Cuando su familia se iba de vacaciones, su papá llevaba una cámara y al regresar se daba el tiempo de escoger las imágenes y hacer un álbum familiar.

“Eso se fue perdiendo porque creíamos que lo digital era como mucho más fácil, pero resultó, con el tiempo, que en realidad perdimos historia familiar. Porque la gente seleccionaba tres fotos que subía a Facebook y esas eran las que presumían, mientras que las demás se quedaban en un disco duro”.

Dentro de su laboratorio, además de impresión digital de imágenes, también se revelan rollos fotográficos, por eso, el regreso a lo analógico se debe por la experiencia que representa, especialmente para los más jóvenes, quienes nacieron en una era de inmediatez y esto los obliga a esperar.

“En el caso de Specto”, detalla, “nuestros mayores clientes son aficionados a la fotografía ya sea digital o analógica. Lo que quieren es disfrutar de su hobby y muchas veces para ellos el resultado pasa a segundo término porque les importa el proceso de llegar a esa nostalgia heredada tanto por sus padres, pero también por el contenido que consumen”.

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El renacer de un negocio

Para quienes entran al mundo de la fotografía con rollo, una de las sorpresas más comunes tiene que ver con el precio de los carretes. Cada vez se han hecho más costosos, menciona Machado, pero precisamente marcas como Fujifilm o Kodak supieron aprovechar ese impulso para tener nuevos productos y salir de la bancarrota.

En el 2012, Kodak se declaró en bancarrota por una deuda de alrededor de 6 millones de dólares. Sin embargo, con el resurgimiento de la tecnología analógica y el entusiasmo por lo físico, la empresa ha logrado cerrar en los últimos años con ingresos consolidados superiores a los 289 millones de dólares.

Si bien su renacimiento se dio de la mano de fabricar medicamentos como la hidroxicloroquina, utilizado para contrarrestar los efectos de covid-19, la producción de cámaras instantáneas y la impresión digital tienen un papel fundamental en su segundo aire.

Ahora incluso es común ver dispositivos como la Kodak MS200 o la Instax Mini 12, de Fujifilm, en conciertos porque los usuarios buscan vivir sus experiencias y guardar sus recuerdos de formas que otras generaciones ya habían vivido. “Todos estamos buscando experiencias”, concluye Machado. Queremos guardar el recuerdo de lo que vivimos.

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