En aquel entonces publicó “DEI debería morir. Se trata de poner fin a la discriminación, no de sustituirla por una discriminación diferente”.
Las acciones de Zuckerberg han sido vistas por analistas como un intento de apaciguar al presidente electo Donald Trump, cuya base de apoyo conservadora se ha quejado insistentemente de que la verificación en las plataformas tecnológicas es una forma de restringir la libertad de expresión y censurar.
Además, los republicanos, partido al que pertenece Trump, han estado en contra de los programas de diversidad en las empresas desde hace tiempo, muchos de los cuales se establecieron a raíz del movimiento Black Lives Matter en un intento por reconocer disparidades raciales en el país.
La ONU y Biden contra Zuckerberg
Las acciones recientes de Meta han sido criticadas por especialistas, organizaciones internacionales y algunos actores políticos; entre ellos se encuentra el presidente de Estados Unidos Joe Biden y la ONU.
El mandatario señaló que poner fin a la verificación de contenidos es una medida “realmente vergonzosa”.
"Creo que es realmente vergonzoso", dijo Biden a los periodistas en la Casa Blanca cuando se le preguntó por el anuncio. "Decir la verdad importa", consideró, al añadir que la medida es "completamente contraria a todo lo que es Estados Unidos".
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, apuntó que regular los contenidos de odio en internet “no es censura”. El funcionario ahondó que autorizar los discursos de odio y los contenidos dañinos en internet tiene consecuencias en el mundo real.
Los temores sobre un posible aumento de la incitación al odio han aumentado cuando Meta también ha eliminado restricciones sobre temas como el género y la identidad sexual.
La última versión de las directrices comunitarias de la compañía dice que sus plataformas permitirían ahora a los usuarios acusar a las personas de "enfermedad mental o anormalidad" por su género u orientación sexual, por ejemplo.
Esta revisión de políticas de Meta llega a menos de dos semanas de que Trump asuma nuevamente la presidencia el 20 de enero.
Facebook paga actualmente a unas 80 organizaciones de todo el mundo para utilizar sus verificaciones en la plataforma, así como en WhatsApp e Instagram.