En México, más de 1.5 millones de parejas viven con un diagnóstico de infertilidad, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Y aunque los tratamientos de fertilización in vitro (FIV) representan una esperanza para algunas de las personas que enfrentan dificultades reproductivas, el acceso a ellos sigue restringido por factores como el costo o la disponibilidad de especialistas.
La inteligencia artificial (IA) comienza a tomar un espacio en el mundo de la medicina reproductiva. Su aplicación en laboratorios de FIV busca mejorar la precisión de los procedimientos, reducir errores humanos y, eventualmente, disminuir los costos asociados.
Uno de los ejemplos es el laboratorio automatizado desarrollado por Conceivable Life Science, fundado por el médico mexicano Alejandro Chávez-Badiola. Su sistema Aura automatiza tareas clave del tratamiento FIV, como la selección de espermatozoides, la inyección intracitoplasmática (ICSI) y el monitoreo de embriones.