Todo lo que debes saber sobre el cuidado de la piel
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y lo damos por sentado cuando está sano. Como académica en dermatología escucho con frecuencia "hechos" engañoso que parecen obstinadamente resistentes.
Estos son algunos de los mitos más comunes que se pueden disipar inmediatamente y algunas verdades en las que puedes confiar.
Mito: La piel se renueva constantemente
CIERTO: La piel es una barrera dinámica entre el interior de tu cuerpo y el mundo exterior. En la epidermis (la capa exterior de la piel) hay unas células llamadas queratocitos, que se están dividiendo constantemente para producir un suministro de células que suben por esta capa y se desprenden de la superficie. La piel es una fuente rica de células madre con capacidad de dividirse y renovarse.
Lee: ¿El chocolate causa acné? La respuesta es complicada
Mito: Bebe dos litros de agua al día para que tu piel esté sana
FALSO: La cantidad de agua que bebes no afecta directamente tu piel. El agua llega a la piel a través de la sangre que fluye en la dermis, la capa interna de la piel. El agua se pierde en la epidermis, especialmente en climas secos.
Se necesita agua para mantener la piel hidratada; cuando te deshidratas considerablemente, tu piel luce opaca y pierde elasticidad. En una persona sana, los órganos internos (los riñones, el corazón y los vasos sanguíneos) controlan la cantidad de agua que llega a la piel.
No hay un volumen de agua determinado que necesitas tomar, simplemente depende de la cantidad que usas y que pierdes.
Lee: Píntate como cebra y evita las picaduras de mosquito
Mito: El estrés puede afectar la salud de la piel
CIERTO: En la vida moderna hay muchos problemas de salud que se pueden atribuir al estrés; sin embargo, en estudios científicos se ha demostrado que varios trastornos de la piel empeoran con los acontecimientos cotidianos, tal vez debido a las hormonas del estrés, entre ellas el cortisol (una hormona esteroide que secretan las glándulas suprarrenales).
Los principales ejemplos son la alopecia areata, un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario empieza a atacar los folículos pilosos y provoca la caída del cabello; la psoriasis, otro trastorno autoinmune que provoca engrosamiento de la piel, descamación e inflamación; y el eccema, inflamación y enrojecimiento de la piel que produce comezón y que suele concurrir con el asma, la fiebre del heno y otras alergias.
Desafortunadamente, un brote de alguno de estos trastornos de la piel es justamente lo que no necesitas cuando te sientes estresado o bajo presión.
Lee: La empresa que vende productos de cuidado de la piel con inteligencia artificial
Mito: Comer chocolate causa acné
FALSO: El acné vulgar, el acné "de adolescencia" que puede persistir hasta los treinta o los cuarenta años, ocurre a consecuencia de la interacción entre los efectos hormonales de las glándulas sebáceas de la piel y la reacción inmunitaria de la piel a la obstrucción de los poros y a los microbios que viven en ella.
Llevar una dieta rica en grasas es poco saludable por muchas razones, pero no causa acné. De hecho, algunas de las tabletas que se recetan para los casos graves de acné, como la isotretinoína oral, se absorben mejor cuando se toman con una comida grasosa, lo que incluiría al chocolate.
Mito: Los detergentes en polvo causan eccema
FALSO: El eccema es un trastorno que reseca la piel y provoca comezón y enrojecimiento. Es consecuencia de una combinación de factores genéticos (la composición de tu piel) y ambientales, lo que provoca inflamación.
Lee: ¿Tiene fundamento la fama del agua alcalina?
El jabón, los detergentes líquidos y en polvo pueden irritar la piel y contribuir a la resequedad porque eliminan la grasa de la piel (al igual que el detergente líquido elimina la grasa de tus platos). Los detergentes biológicos en polvo contienen enzimas (proteínas que descomponen las grasas y otras proteínas para eliminar las manchas) que pueden irritar la piel sensible, así que pueden empeorar el eccema.
Es importante enjuagar muy bien la ropa para eliminar los residuos de detergente en polvo y evitar la irritación de la piel.
Mito: Las manchas blancas en las uñas indican deficiencia de calcio
FALSO: Las uñas se generan en la matriz ungueal, que está debajo de la piel, en el borde superior de la uña. Si la matriz sufre un traumatismo, un golpe o una mordida, se presenta una irregularidad en la uña en desarrollo y el aire puede quedar atrapado. Esa es la marca blanca que sale cuando la uña crece.
Lee: Los beneficios de hacer ejercicio al aire libre durante el invierno
El calcio es importante para la salud de las uñas (y de los huesos y los dientes), pero esas marcas blancas no son signo de deficiencia.
Mito: El sol es bueno para ti
CIERTO Y FALSO: Muchas personas se sienten mejor en un día soleado, pero la luz del sol tiene efectos buenos y malos. La luz del sol incluye una combinación de longitudes de onda diferentes: algunas son visibles para el ojo humano, otras son más cortas que las de los colores que podemos ver (estas son las ultravioletas, UV) y otras son más largas, las infrarrojas. Las diferentes longitudes de onda tienen efectos diferentes en la piel.
La piel usa los rayos UVB para fabricar vitamina D, esencial para la salud de los huesos. Sin la exposición al sol, esta vitamina debe obtenerse de los alimentos. Los dermatólogos usan longitudes de onda específicas de rayos UVA y UVB en dosis cuidadosamente controladas para reducir la inflamación de la piel, tratamiento valioso para algunos trastornos cutáneos.
Lee: Pinterest habilita filtros de búsqueda por tono de piel
Sin embargo, cuando la piel se expone demasiado a los rayos UV, el ADN de las células de la piel puede dañarse y provocar un crecimiento descontrolado, la base del cáncer. Como regla general, a menos que tengas alguna enfermedad o estés en tratamiento supresor del sistema inmunitario, el sol es bueno para ti con moderación, pero siempre debes evitar quemarte.
Los principios básicos de la salud de la piel son mayormente cosa de sentido común. Deberías lavar tu piel regularmente para eliminar la suciedad, pero no tanto que elimines la humedad esencial ni las sustancias que la hacen resistente al agua. Usa un humectante si sientes la piel muy tensa o reseca: un ungüento grasoso es lo mejor, a menos que tu piel sea propensa al acné, en cuyo caso deberías usar una crema no grasosa a base de agua. Evita el estrés dentro de lo posible, lleva una dieta saludable y bebe agua cuando tengas sed. Finalmente, protege tu piel del exceso de sol con un sombrero, ropa o bloqueador solar.
Copyright 2018 The Conversation . Algunos derechos reservados.