Los beneficios de hacer ejercicio al aire libre durante el invierno
Nota del editor: Melina Jampolis es especialista en nutrición médica, internista y autora de varios libros, incluido Spice Up, Slim Down.
(CNN) - Las bajas temperaturas y la poca luz solar hacen que muchas personas reduzcan significativamente el ejercicio durante esta época del año o lo practiquen en espacios cubiertos, en el cómodo y cálido hogar o en el gimnasio.
Aunque esto puede ser tentador, te damos tres grandes razones (y algunas precauciones) para animarte a abrigarte y salir al exterior para mantenerte en forma, feliz y saludable este invierno.
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Más calorías quemadas
Las investigaciones muestran que hacer ejercicio regularmente a bajas temperaturas puede aumentar en un 45% la producción de grasa marrón (la que quema calorías para elevar tu temperatura corporal) y puede aumentar el metabolismo general.
Eso puede ser útil para prevenir el peso invernal que a menudo se acumula debido a los menores niveles de actividad diaria, la ingesta reducida de frutas y ensaladas frescas, y el mayor consumo de alimentos reconfortantes como el puré de papas.
Mejor estado de ánimo
El ejercicio en general mejora el ánimo y puede ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la depresión, pero hacer ejercicio al aire libre puede tener beneficios adicionales, según algunos estudios. Una investigación realizada en 2017 encontró que hacer montañismo al aire libre durante varias horas -en comparación con caminar en una caminadora en interiores- mejoró la sensación de placer y redujo la sensación de fatiga.
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Ambos grupos reportaron más tranquilidad y menos ansiedad que el grupo sedentario, por lo que si realmente odias el frío, el ejercicio en interiores es definitivamente mejor que no hacerlo.
Tu salud general mejora
El ejercicio es excelente para la salud, pero hacer ejercicio al aire libre puede ser incluso mejor. Según un estudio de la encuesta estadounidense National Health and Nutrition Examination Survey, el ejercicio al aire libre puede disminuir el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular en hasta un 27% en comparación con el sedentarismo y se relacionó fuertemente con niveles más altos de vitamina D.
La vitamina D, que disminuye en el invierno debido a la exposición reducida al sol (los rayos UVB del sol detonan la formación de vitamina D en la piel), desempeña un papel en la salud ósea y el riesgo de caídas, favorece la función inmunológica y puede ayudar a proteger contra el cáncer, enfermedades del corazón y diabetes.
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Aunque para la mayoría de las personas los beneficios del ejercicio al aire libre superan los riesgos de su práctica, hay algunas consideraciones más importantes.
Considera tu corazón
Si tienes antecedentes de enfermedad cardiaca o más factores de riesgo, como presión arterial alta, colesterol alto, antecedentes familiares de enfermedad cardiaca temprana, diabetes, tabaquismo, obesidad, estilo de vida sedentario o mala alimentación, el ejercicio en clima frío puede causar un ataque al corazón.
Un estudio chino determinó que las personas con antecedentes de enfermedad cardiaca tenían un riesgo 41% mayor de morir de un ataque durante el invierno. Un estudio austriaco sobre turistas invernales encontró que la mayoría de los ataques ocurrieron en los primeros dos días de las vacaciones, principalmente en personas que no hacían ejercicio regularmente o que tenían dos o más factores de riesgo de enfermedad.
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Si eres sedentario y tiene riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca, asegúrate de consultar con tu médico antes de hacer ejercicio en el frío y asegúrate de comenzar a hacer ejercicio regularmente en interiores antes de hacer ejercicio al aire libre durante el invierno.
Hidrátate
Aun cuando no creas que sudas tanto al hacer ejercicio al aire libre en el frío, estás perdiendo una cantidad considerable de líquido corporal. Las investigaciones demuestran que tu respuesta a la sed puede verse particularmente afectada en el clima frío, así que no olvides tomar agua antes, durante (si es posible) y después del ejercicio al aire libre para evitar la deshidratación.
Protege tu piel
Tal vez no parezca tan soleado e incluso puede estar nublado, pero aún puedes sufrir una quemadura solar durante el invierno, así que usa protector solar contra rayos ultravioleta y UVB y aplícalo a menudo, especialmente en altitudes elevadas, donde el riesgo de daño solar es mayor debido a la proximidad al sol y al reflejo del sol en la nieve.
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Los vientos fríos también pueden resecar e irritar la piel, así que mantenla hidratada antes y después del ejercicio al aire libre. Utiliza protección para el rostro si las condiciones son especialmente frías y ventosas. Cubrirte la boca también puede ayudar si tienes asma, ya que el aire frío puede desencadenar un ataque de asma en algunas personas.
Usa ropa adecuada
Si ejercitas al aire libre, no te abrigues de más ni de menos. El ejercicio hace que tu cuerpo se caliente con bastante rapidez, por lo que abrigarse en exceso puede hacer que te sobrecalientes o sudes, lo que puede hacer que te enfríes aún más cuando bajes la velocidad.
Es mejor vestir en capas para que puedas quitar o agregar una si lo necesitas. Asegúrate de que la ropa interior, la más cercana a tu piel, sea apta para la transpiración. La lana y las telas sintéticas funcionan mejor para mantener el sudor alejado de tu cuerpo, pero el algodón absorbe el sudor y puede hacer que te dé frío cuando reduces la actividad.
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Esto es especialmente importante si eres de edad avanzada o estás en riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca, ya que tu regulación de la temperatura corporal puede verse afectada, lo que aumenta el riesgo de hipotermia, que es una temperatura corporal peligrosamente baja. Hacer ejercicios de calentamiento como saltos o incluso estiramientos puede comenzar a calentar tu cuerpo antes de salir por la puerta, lo que hace que la transición al frío sea más tolerable.
Como puedes ver, no es cosa del otro mundo practicar ejercicio al aire libre este invierno, y las ventajas pueden ser considerables. Si realmente odias el frío, no te preocupes. Simplemente sigue haciendo ejercicio durante los fríos meses de invierno, incluso si la tibia cama o la chimenea son difíciles de resistir algunos días.