Terapia de tatuajes para sobrevivientes de agresión sexual
(CNN) - Para Olivia Adamson, el arte en su cuerpo "es un recordatorio visual de que todavía estoy viva, todavía estoy bien". Lo que le gusta especialmente es que puede tocarlo: las palabras "unbreakable" (inquebrantable) en su pie izquierdo y "survivor" (sobreviviente) en su muñeca izquierda. "Si estoy pasando por un momento difícil, tocar mi muñeca y pasar el dedo por la palabra survivor me ayuda".
Adamson, de 24 años y originaria de Austin, Texas, fue agredida sexualmente en noviembre de 2015 y en enero de 2016. En ambos casos, ella conocía al agresor.
Su única red de apoyo era su tía y se hizo el tatuaje de "survivor" como parte del proceso de sanación. "Una vez que me hice el tatuaje, supe que iba a ayudarme de una manera en que yo misma no podía sanarme", explicó.
Como muchas otras sobrevivientes de agresión sexual, Adamson descubrió que tatuarse es una experiencia terapéutica. Sin esos tatuajes que simbolizan sus experiencias, "realmente no sé dónde estaría".
Lee: Los escándalos de pederastia tumban a uno de los cardenales más poderosos
December Maxwell, de 38 años, conoce bien esa sensación. Ella es una sobreviviente de abuso sexual infantil y publicó un ensayo en enero pasado sobre el fenómeno de los tatuajes para sanar el trauma.
Maxwell, estudiante de doctorado en la Universidad de Texas en Arlington, habló con diez sobrevivientes de agresión sexual acerca de las motivaciones detrás de sus tatuajes y descubrió que tienen razones "muy diferentes" a las de la población común.
La investigación en la materia revela que en diferentes culturas, los tatuajes simbolizan la pertenencia a un grupo, significan un estatus o conmemoran un evento importante de la vida. Para las personas en el estudio de Maxwell, "tatuarse fue muy terapéutico".
Lee: Momentos #MeToo que movieron a la industria de la tecnología
Los participantes se hicieron sus primeros tatuajes entre los 11 y los 29 años y tenían tres en promedio. Algunos se hicieron tatuar después de ser víctimas de abuso sexual.
Catarsis
"Una agresión sexual es una transgresión a tu cuerpo", dijo Maxwell, pero al marcar su piel a su manera, las personas pueden redefinir su relación con sus cuerpos.
Esta es una "experiencia catártica", añadió, y algunas personas en su estudio no se dieron cuenta de lo mucho que estaban aferrándose a su dolor hasta que pasaron por el proceso de elegir el tatuaje que tiene significado para ellos y su diseño para que simbolizara su experiencia.
Lee: El extesorero del Vaticano apela veredicto que lo culpa de pederastia
Reivindicar sus cuerpos también les permite "deshacerse de la identidad de víctima y transitar hacia la de superviviente", explicó Maxwell.
Cierra Barefoot, quien fue abusada sexualmente a los 13 años, tiene el tatuaje de los sobrevivientes conocido como Fire Rose Unity Survivor Tattoo, que se asemeja a los contornos de una rosa y la forma de una llama de fuego. La estrella del pop Lady Gaga la inspiró a tatuarse este diseño debajo de su clavícula.
Lady Gaga ha hablado públicamente de su agresión, revelando que fue violada a los 19 años y le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático. Durante su actuación en los premios Oscar de 2016, pidió a 50 sobrevivientes de agresión sexual que se unieran a ella en el escenario y algunos se hicieron el citado tatuaje de la rosa como un signo de unidad. Desde entonces, el diseño se ha convertido en un símbolo para los sobrevivientes de agresión sexual.
Lee: La familia de Michael Jackson demanda a HBO por cinta sobre supuestos abusos
Cierra Barefoot se inspiró en aquella actuación de Lady Gaga en 2016 y dijo que el tatuaje de la rosa de fuego le da "poder" sobre su propia historia. "Estoy orgullosa de ser una sobreviviente", dijo la joven de 22 años de Pittsburgh.
Cambiar la percepción de víctima a sobreviviente es importante para procesar el violento episodio y poder involucrarse sexualmente de nuevo, agregó Maxwell. Muchos sobrevivientes buscan tatuajes para ayudarlos a superar el trauma porque lo ven como un método alternativo de sanación.
Maxwell compara esto con la terapia artística tradicional, en la que las personas tienen que dibujar algo relacionado con lo que sienten y vincularse con sus experiencias de esa manera.
Lee: Francisco promete medidas concretas contra los abusos sexuales en la iglesia
Pero a diferencia de la terapia artística, "muchos participantes hablaron sobre cómo el dolor era parte del proceso [de curación]", dijo Maxwell. Similar a la meditación, el dolor físico de la aguja del tatuador obliga a las personas a "estar presentes; no pueden evitar sus pensamientos". La persona también tiene que concentrarse en su respiración, como en una maratón o en una clase de ejercicios, ambos métodos a menudo se usan para lidiar con el trauma, agregó. Esto ayuda a las personas a hacer una pausa y pensar sobre su dolor y cómo sobrellevarlo.
Adamson estuvo de acuerdo: "La terapia a veces ayuda, y otras no". Depende en gran medida del terapeuta y de su comprensión. En su caso ella sentía que la terapia no le estaba sirviendo, así que se enfocó en aceptar la experiencia a su manera. "Ponerlo en tinta, en tu cuerpo, para mí, es la mejor manera de superarlo en parte", dijo.
El año pasado, Adamson vivió una relación física y sexualmente abusiva, tras la cual se tatuó un lazo en la muñeca derecha para simbolizar "mantenerse en pie".
Lee: El número tres del Vaticano es declarado culpable de pederastia
Adamson cree que es importante que las personas no se oculten detrás de lo que les ha sucedido. Decidió compartir su historia para que la gente sepa que "está bien que otros sepan lo que ha sucedido".
Sentir que la terapia no está ayudando no es infrecuente, afirma Maxwell. Puede ser difícil encontrar un terapeuta que se especialice en el tratamiento de la agresión sexual, especialmente si estás buscando una terapeuta mujer.
Las mujeres en su estudio se sentían estigmatizadas porque son sobrevivientes de agresión sexual y por su cuerpo tatuado. Algunas se sentían incómodas yendo a un terapeuta tradicional debido a esos estigmas.
Lee: Google permitirá que sus empleados la demanden en caso de discriminación
Eso hizo que algunas sobrevivientes de agresión sexual buscaran métodos alternativos de curación, como un tatuaje, escribe Maxwell en su ensayo.
El método de afrontamiento
De acuerdo con la organización Rape, Abuse, and Incest National Network, hay en promedio 321 mil 500 víctimas de violación y agresión sexual cada año en Estados Unidos. Un informe de 2013 de la Organización Mundial de la Salud reveló que el 35% de las mujeres en el mundo ha experimentado "violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual perpetrada por otras personas".
Durante una agresión, la reacción de lucha, huida o parálisis toma el control, explica Anne McKechnie, psicóloga clínica forense. Una vez que desaparece la amenaza inmediata, la "información se asimila en los bancos de memoria", añade McKechnie.
Lee: La iglesia admite que hay reglas secretas para los sacerdotes que tienen hijos
Durante este periodo de asimilación es normal sentirse angustiado, tener problemas para dormir y experimentar pensamientos intrusivos o bloquear completamente el incidente, dice. "El cerebro simplemente se adapta a esa nueva información y comienza a entenderla", apunta McKechnie, quien no participó en la investigación de Maxwell.
La reacción de una persona a la agresión también puede depender de si ha sido agredida repetidamente o si experimentó adversidades durante la niñez, agrega.
"Cuando entendemos algo que nos ha pasado, podemos avanzar y crear un recuerdo. Duele al recordarlo, pero en realidad es algo con lo que podemos vivir", explica McKechnie.
Lee: ¿Por qué a la gente le cuesta denunciar el abuso sexual?
Aquí es donde entran los tatuajes. Si son una forma para que los sobrevivientes recuperen el control y acepten que lo que sucedió no es su culpa, pueden ser beneficiosos, dice.
Barefoot afirma que su tatuaje de "survivor" la ayudó a no sentir vergüenza. "Es un recordatorio de que no estoy rota o manchada por el abuso".
Junto a la terapia, su arte corporal fue uno de los mecanismos de afrontamiento. Barefoot también se hizo el tatuaje para que sirviera como motivo de conversación. "'Quiero educar a la gente sobre la agresión sexual. Cómo cambia la vida de la persona y casi puede destruirla", dice.
Lee: Los problemas de salud que presenta una mujer agredida sexualmente
Barefoot explica que se sentía cómoda contando su historia porque "si solo una víctima ve esto y puede comenzar su propio proceso de curación y busca ayuda" entonces ella sabe que tomó "la decisión correcta".
Pero si faltan otros mecanismos de afrontamiento, un tatuaje no resolverá el problema, dijo McKechnie. "Nunca debemos buscar una sola manera de afrontamiento. Debemos ver el afrontamiento como una variedad de herramientas en una caja de herramientas".
Otra preocupación es que las personas puedan ver el tatuaje como una distracción. "Mientras estás afrontando y lidiando con el dolor físico, tu cerebro no está haciendo el procesamiento que necesita hacer" para poder seguir adelante, dijo.
Lee: Una víctima de abuso sexual demanda al Vaticano
Maxwell concuerda en que el procesamiento del trauma a través de los tatuajes debe suceder en línea con otra terapia. Añade que los tatuajes tienen el potencial de volverse una práctica inadaptativa, es decir, comportamientos inútiles que impiden que las personas se adapten de manera saludable. "No puedes hacerte un tatuaje cada vez que procesas algo".
Para Barefoot, los tatuajes en su cuerpo le dan la oportunidad de sensibilizar a la gente. Cuando la mirada de alguien cae en su tatuaje, inicia una conversación sobre el significado y le permite "abrir los ojos de la gente" al tema de la agresión sexual. "Estoy orgullosa de ser una sobreviviente, y estoy orgullosa de poder educar a otros y entablar una conversación con este tatuaje".