Las graves consecuencias de un nuevo Evento Carrington
Se trató de la erupción solar más grande reportada hasta la fecha, de acuerdo con Víctor Velasco Herrera, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien agrega que hace 20 años se registró un suceso similar responsable de daños considerables.
“En 2003 hubo una tormenta solar llamada Halloween, porque sucedió en el día de esa celebración de origen anglosajón, y afectó significativamente la red eléctrica de la ciudad de Quebec, en Canadá."
En caso de que volviera a ocurrir un acontecimiento igual o mayor que el Evento Carrington, podrían fallar los sistemas modernos de comunicación y navegación satelitales. Conforme con Velasco Herrera, teléfonos celulares e internet serían los primeros en resentir las afectaciones.
“Los sistemas bancarios también se paralizarían y las bolsas de valores de Europa y Estados Unidos colapsarían porque dejarían de estar sincronizadas”, agrega.
La vida moderna es muy dependiente de gadgets y todo tipo de dispositivos electrónicos, los cuales inevitablemente se perturbarían por la irrupción de partículas cargadas provenientes de grandes explosiones solares.
Aunque no está en las manos de los seres humanos evitar estos fenómenos cósmicos, vale la pena por lo menos estar informados de ellos para tomar providencias, según Alejandro Farah Simón, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM.
“Cualquier aparato que tenga componentes electrónicos genera campos electromagnéticos que interactúan con las eyecciones de partículas del Sol y, dependiendo de su estructura interna, se descompondrían más o menos; la información guardada en discos duros también podría llegar a borrarse y, finalmente, la gente que lamentablemente tenga que vivir pegada a dispositivos electromagnéticos para su supervivencia, como marcapasos o aparatos de respiración asistida, tendría que estar muy consciente de que podrían llegar a fallar”.
Y los riesgos serían aún mayores para los astronautas de las estaciones espaciales, donde las partículas cargadas de las tormentas solares llegan más directamente, pues no tienen que atravesar el campo magnético terrestre que amortigua los efectos dañinos.
De acuerdo con Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, está comprobado que este tipo de fenómenos provoca mutaciones en las personas que se encuentran fuera del planeta, por lo que la tecnología espacial está diseñada especialmente para contrarrestar estos peligros.
“Por ejemplo, en los próximos proyectos que buscan mandar nuevamente a personas a la Luna y después a Marte, las estaciones espaciales van a estar rodeadas de un campo magnético artificial, para que esas partículas del Sol no ingresen y no dañen a los astronautas”, precisa.
Esta científica también platica que no todas las consecuencias de las tormentas solares son negativas, porque cuando ocurren la atmósfera terrestre aumenta un poco su volumen, lo cual ayuda a que se limpie el contorno externo del planeta.
“Ahí hay muchísimos tornillos pequeños y pedazos de satélites descompuestos. Cuando se hincha la atmósfera toda esa basura experimenta más fricción y entonces reingresa a la Tierra; es una forma de quitar la chatarra espacial”.