El ruido es una de las contantes a las que las personas están expuestas en las grandes urbes, como es el caso de la Ciudad de México. De acuerdo con la Secretaría de Salud, el ruido es considerado uno de los contaminantes más agresivos.
Al tratarse de un contaminante, puede generar daños a la salud, que van desde trastornos físicos, hasta pérdida de audición y desequilibrios psicológico, señala en organismo.
Desde conductores tocando la bocina, trabajadores realizando obras en la calle, aviones volando sobre nosotros, perros ladrando, gente gritando, música a gran volumen, el ruido se puede presentar en muchas formas.
Pero no todo sonido es contaminación acústica. La Comisión Nacional de Áreas Naturales ( Conanp ) explica que el ruido perjudicial es aquel “que no expresa nada. Es sinónimo de contaminación porque provoca problemas en la salud y repercute en los seres vivos que conforman los ecosistemas donde se encuentra inmersa la población humana”.
Añade que la contaminación acústica altera las condiciones normales del medio ambiente, a pesar de no ser acumulable, móvil y permanecer por un lapso, es capaz de afectar la salud y calidad de vida de seres humanos y animales.
De acuerdo con la Secretaría de Salud , la exposición prolongada al ruido provoca efectos negativos a la salud como disminución de la capacidad auditiva o sordera, trastornos psicológicos como paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual.
Otros problemas fisiológicos asociados son:
Incluso, la pérdida auditiva conlleva consecuencias que afectan la vida cotidiana debido a que dificulta las relaciones sociales, disminuye el rendimiento académico y laboral, limita las oportunidades de trabajo, provoca sentimiento de aislamiento, soledad y depresión.
En el caso de la población juvenil experimentar este tipo de trastorno de forma temprana les afecta en la comunicación con los demás, el desarrollo cognitivo, el desarrollo socioemocional, los resultados académicos o las oportunidades laborales.
El ruido llega a producir afectaciones sociales, un número considerable de accidentes e incluso puede ser desencadenante de agresividad social, hostilidad y violencia.
En la Ciudad de México existe el Reglamento de la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en el Distrito Federal en Materia de Prevención y Control del Ruido, en que se establecen, entre otras cosas, las acciones y medidas que deberán implementar las fuentes móviles para reducir la emisión de ruido en las vialidades de la ciudad. Entre las acciones que se contemplan destacan:
Para denunciar puedes comunicarte a la PAOT al 55 5265 0780, al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX (C5) al número 089.
