Los asesinatos en serie de Hwaseong fueron quizás los crímenes sin resolver más notorios de Corea del Sur. Diez mujeres fueron agredidas sexualmente y asesinadas entre 1986 y 1991 en Seúl. En muchos casos, las mujeres fueron estranguladas usando sus mismas prendas de vestir, como medias o una blusa.
La falta de un veredicto arrojó una larga sombra en la memoria colectiva de la nación, y los inútiles esfuerzos de la policía por encontrar al responsable se convirtieron en el tema de Memories of Murder, de Bong Joon Ho en 2003.
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Ya en 2019, una semana antes de que se estrenara Parasite en Estados Unidos, un oficial de policía le dijo a CNN que un hombre surcoreano, prisionero de unos 50 años, había confesado nueve de los asesinatos, junto con otros cinco (las autoridades creen que el décimo crimen fue obra de un imitador).
El asesino, que ya cumple cadena perpetua, no puede ser procesado, pues los estatutos de limitaciones ya han expirado. La policía ahora está trabajando en verificar las confesiones del hombre.