Cuando los cigarros se prenden y queman (esto es, cuando se genera combustión) se generan más de cuatro mil sustancias químicas, de las cuales se sabe que al menos 69 son causa de cáncer y muchas son tóxicas. Al ser el humo el principal causante de estas sustancias, cuando se elimina la combustión es posible reducir el daño de manera drástica. Está claro que la nicotina, contenida en los cigarrillos, produce adicción y no es inocua, sin embargo, ésta no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Las personas fumadoras lo hacen por la nicotina. Existen diversos productos alternativos de consumo que ofrecen nicotina sin combustión. Entre los más comunes están el cigarro electrónico y el tabaco calentado. “Los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco para calentar representan solo una pequeña fracción de los riesgos de fumar y tienen el potencial de volver obsoleto el hábito de fumar, lo que tendría un profundo impacto beneficioso en la salud pública”, declaró el Prof. Peter Hajek de la Universidad Queen Mary de Londres.
Es importante señalar que, sin duda, lo óptimo para los fumadores es abandonar el cigarro y los productos que contienen nicotina de manera definitiva, pero la realidad es que es un proceso muy complicado. De manera que los productos alternativos regulados pueden ser una opción para reducir el daño para los fumadores adultos.
“Hace más de una década surgió una nueva tecnología que provoca un cambio de paradigma. Nuevos aparatos sin combustión, cigarrillos electrónicos y posteriormente tabaco calentado, permiten consumir nicotina limpia, separada de los componentes tóxicos del humo, que son los verdaderos causantes de la enfermedad”, comentó el Dr. Diego Verrastro, Redlat (Red Latinoamericana de Reducción de Daños del Tabaco).