The Bone, el videojuego mexicano donde lo real y lo digital inventan un deporte

El estudio propone una nueva tecnología y jugabilidad que no se basa en GPS, sino que interpreta los colores y planos del mundo real. Esto permite que los jugadores se desarrollen en el espacio que decidan, desde un pequeño cuarto, el parque o incluso promete la posibilidad de generar formatos competitivos donde se pongan obstáculos o construcciones destinadas específicamente para la competencia.

“No esperamos ni queremos que la gente vaya corriendo por la vida aventándose poderes. El combate en la vida real debe ser entendido como un deporte. Tiene un lugar específico donde se lleva a cabo y con cierta organización previa. La ventaja es que no necesitas una cancha, porque el mundo es tu escenario” menciona el fundador.

Lanzamiento en Kickstarter

Si bien hoy el proyecto puede sonar ambicioso por la conjunción de múltiples herramientas y combinar formatos aún en desarrollo por separado, el estudio ha buscado reducir costos para el usuario al usar características naturales, como cámara, pantalla y audio, entre otros elementos, de un dispositivo que ya llevamos con nosotros a todos lados, los smartphones.

Sin embargo, para que este formato sea una realidad, la compañía lanzó el pasado 16 de marzo su campaña de Kickstarter con una meta mínima de $250,000 dólares. En esta fase, los fondeadores pueden acceder a distintas categorías que pueden vislumbrar cómo será la funcionalidad y dispositivos finales del juego.

Entre las recompensas se encuentran acceso anticipado al juego, Epons y equipo básico, hasta poder crear y diseñar en conjunto con el estudio tus propios poderes, ser un herrero del siglo XXI y forjar tu Epon personalizado o tener tu estatua dentro del juego. Las contribuciones que van desde los $20 USD hasta los $10,000 USD han logrado una recaudación de fondeo, dos días después del lanzamiento, del 28% y deberá cumplir su meta antes del 16 de abril del 2021.

Sin duda, es una sorpresa ver cómo estudios mexicanos desarrollan un juego que combina tres elementos con amplio potencial en el corto y mediano plazo. Además, que se aventuren a crear nuevos formatos competitivos, los cuales integren la vida real y lo digital, permitiendo que los jugadores experimenten, prácticamente en vida, la capacidad de lanzar y recibir poderes.