La llegada del COVID-19 a México obligó a los equipos de trabajo a implementar de forma forzada aquellos protocolos de home office que apenas iniciaban con pruebas piloto en las empresas. Casi cinco meses después, el 58% de ellas considera que la adaptación ha sido inmediata y sin costos adicionales excesivos, de acuerdo con una encuesta realizada por la IPADE Business School.
¿Tu empresa ya se adaptó al home office? Esto es lo que opina la mayoría
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Solo el 14% considera que la transición de operaciones a la vía remota no ha sido del todo satisfactoria, mientras que el 7% consideró que la pandemia ha afectado negativamente la adaptación a la nueva forma de trabajo, de acuerdo con el sondeo realizado entre el periodo de mayo y junio aplicada a 1,632 directivos egresados de la institución.
El nivel de satisfacción con base en el desempeño de los equipos durante la pandemia ha sido positivo en el 38% de las empresas, consideran los directivos; sin embargo, esta cifra se ve contrastada con otro 35% que considera que este factor ha sido negativo en cuanto a la continuidad del trabajo.
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"Las empresas ya no evalúan el desempeño de sus equipos con presupuesto, sino con mecanismos más rápidos. Ahora necesitamos objetivos a corto plazo y evaluar su reacción para salir adelante", dijo Antonio Casanueva, profesor del área de Control e Información Directiva del IPADE.
Las afectaciones a los negocios
Según lo estimado por la institución, el 37% de las empresas considera que las afectaciones a las ventas provocadas por el actual contexto económico y sanitario será superior al 25%. Mientras que solo 4% considera que sus ingresos incrementarán más del 25%. Los sectores de turismo, automotriz y entretenimiento son los que prevén una mayor afectación en los resultados.
"Es importante la salud financiera de la organización previó a la crisis y las afectaciones dependen de su liquidez, apalancamiento, inventarios que les ha permitido reaccionar. De ahí la importancia del talento directivo y del proceso de toma de decisiones", dijo Antonio Casanueva, profesor del área de Control e Información Directiva del IPADE.
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Para minimizar los impactos negativos al negocio, los especialistas coinciden en acciones que permitan ahorrar costos. De estas destacan los ajustes a costos no laborales, con 60% de permanencia; negociación con los proveedores, con 55% y reducción de personal, con 37%; sin embargo, esta contingencia también sirvió de oportunidad para lanzar nueva oferta de productos y servicios, ya que el 48% de empresas lo ha hecho.
La principal preocupación de los empresarios es la caída drástica en las ventas, donde coinciden el 38% de los encuestados. De ahí continúa la incertidumbre en materia de salud, con 24%, y la cobranza a clientes, con el 15%.