Calatayud lanzó el primer club de la firma en su lugar de origen, Bacalar, el cual tuvo en el primer entrenamiento una llegada de 100 niñas. Al día de hoy, cuenta con seis clubes: tres en México y tres en Inglaterra.
Desde su creación, Calatayud ha trabajado con más de 3,000 niñas y formado a más de 150 entrenadoras y entrenadores, en su mayoría mujeres. Para el año entrante, la firma contempla inaugurar su séptimo club para el año entrante en Iztapalapa, Ciudad de México, teniendo como objetivo expandirse lo mayor posible.
Un estudio de la consultora EY destaca la relación intrínseca entre el deporte y el crecimiento profesional. "Ya sabemos, por ejemplo, que la participación en el deporte puede ayudar a las mujeres a romper el techo de cristal y encontrar un asiento en las filas ejecutivas”, agrega el estudio.
Pese a todo, el fútbol femenil no genera el mismo impacto que el varonil. Una prueba de ello, es que la Copa Mundial Femenina de Fútbol en 2019 le dejó a Francia, el país sede, una derrama económica de 284 millones de euros según un informe su federación de fútbol. Del otro lado, la última Copa Mundial de Fútbol varonil en 2018, en Rusia, dejó una derrama de 14,468 millones de dólares, según la FIFA.
Si bien, Calatalayud observa un mayor interés por el fútbol femenino en los últimos años, resalta que en México y en el mundo, falta motivar el apoyo que generan los partidos varoniles, tanto en lo anímico como en el terreno de las inversiones y los patrocinios.
“El paso que sigue es que a nivel sociedad, a nivel comunidad, empecemos a valorar a las futbolistas de la manera en la que se valoran a los hombres, que entendamos que si México juega, no importa si es la selección femenil o varonil. Es la misma emoción, requiere el mismo nivel de inversión, desde las federaciones, requieren la misma inversión y la misma atención. Necesitamos ese cambio”, agrega.