Historia del fútbol femenino
La historia del fútbol femenino no es nada fácil. Tras haber tenido su auge durante y después de la Primera Guerra Mundial, con ejemplos como las “munitionettes” en el Reino Unido y los equipos de la federación francesa de sociedades deportivas femeninas, la FSFSF , cayó en el olvido hasta mediados de la década de 1960.
Durante casi 50 años, la práctica de este deporte fue difícil para las mujeres de todo el mundo. De hecho, el fútbol se consideraba “incompatible con la feminidad” y, en general, a las jugadoras se les negaba el acceso a los campos (por ley en Brasil y por la amenaza de sanciones para los clubes en otros países).
Un siglo después del Armisticio de 1918 , las mujeres representaban entre el 7 y el 8 % de todos los jugadores en Francia, con unos 150,000 miembros registrados, aunque este número está aumentando rápidamente (creciendo más del cuádruple en los últimos 20 años) . Sin duda, este repunte está relacionado con el aumento de la cobertura mediática del fútbol femenino en los últimos años, lo que mejoró su imagen y fomentó su práctica.
¿Por que las mujeres ganan menos que los hombres?
Para entender este fenómeno tomaremos como ejemplo la División 1 Féminine que está considerada como la mejor liga femenina de Europa según la UEFA.
En términos generales, se debe hacer una distinción entre federaciones y clubes al abordar la cuestión de la equidad salarial entre futbolistas. Una selección femenina nacional puede plantear el tema de la igualdad salarial para las jugadoras internacionales: las federaciones, como los gobiernos, son libres de definir una política de redistribución. Sin embargo, el fútbol de clubes es diferente y depende de factores económicos.
La relación entre el salario medio de hombres y mujeres es de 27 a 1. Este desequilibrio no es el resultado de una discriminación, sino más bien del tamaño del “pastel” a dividir: en 2019 el presupuesto de la Ligue 1 (campeonato de Francia masculino ) ascendió a 1,900 millones de euros (837,294,515,275.00 pesos mexicanos), mientras que el de la División 1 (campeonato femenino) fue de 19 millones de euros, una centésima parte del presupuesto de los hombres.