Lee: Las compras online libres de impuesto, tema pendiente en tratados
“[A Netflix], ¿cuánto impuesto se le asigna, por ejemplo, en Reino Unido? Si no tiene una presencia física en Reino Unido, casi no habrá nada gravable... porque la propiedad intelectual está en Estados Unidos o en otra parte”, dijo. “Esa es la frustración”.
Todavía hay un largo camino por recorrer antes de que se implementen los cambios. Incluso si los ministros de Finanzas llegan a un consenso, lo más pronto que los presidentes y primeros ministros podrían firmar una reforma es en 2020. Se requerirá de una gran cantidad de trabajo técnico, lo que significa que es probable que las empresas no vean ningún cambio durante varios años.
“El plan de trabajo consiste esencialmente en dos o tres ideas diferentes que, por el momento, no tienen un apoyo abrumador, ninguna de ellas”, dijo William Morris, subdirector de política fiscal global de PricewaterhouseCoopers.
Los beneficios de hacerlo global
Sin embargo, existen incentivos poderosos para que tanto las empresas como los gobiernos trabajen hacia un nuevo marco fiscal global. Si eso no sucede, Morris dijo que cada país individual implementaría sus propias reglas, y se crearía un sistema de regulación hecho de retazos que sería “terrible” para el comercio y la inversión.
El ministro de Finanzas de Reino Unido, Philip Hammond, dijo en un tuit antes de la reunión del G20 —la cual tendrá representantes de las economías más poderosas del mundo— que él planea impulsar cambios en las reglas fiscales globales para que reflejen cómo las empresas digitales crean valor”.