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La industria automotriz mundial lucha por sobrevivir

Las ventas de los principales fabricantes globales han sido afectadas por la desaceleración económica, las tensiones comerciales y el cambio hacia los autos eléctricos.
jue 18 julio 2019 06:26 AM
Cars drive on the road during the evening rush hour in Beijing
El mercado automotriz de China se contrajo por primera vez en más de dos décadas en 2018.

Los fabricantes de automóviles a nivel mundial están siendo sacudidos por la peor clase de problemas: los que están más allá de su control.

Han estado bajo presión durante meses, pero los acontecimientos de las últimas dos semanas han destacado la urgencia con la que los ejecutivos deben encontrar respuestas a los enormes desafíos que afectan a la industria.

Las ventas se están viendo socavadas por la desaceleración económica, el aumento de las tensiones comerciales y los dramáticos cambios regulatorios, impulsados en parte por la crisis climática. Las ganancias se están evaporando, se han recortado empleos y el presidente ejecutivo de una de las marcas más fuertes de la industria ha renunciado.

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Las automotrices que sean capaces de navegar la ola disruptiva tendrán más dinero para invertir en la tecnología necesaria para competir con los rivales tradicionales y las empresas tecnológicas en la carrera por los automóviles eléctricos. Los rezagados podrían no sobrevivir.

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“Estos son momentos de inflexión y es por eso que hay estrés en la producción y el empleo, porque la tecnología está cambiando”, dijo el presidente ejecutivo de Ford, Jim Hackett, a CNN Business.

Problemas en China

Geely, de China, reveló recientemente que su ganancia neta probablemente se hundió 40% en la primera mitad del año a medida que la segunda mayor economía del mundo se desaceleraba. Solo en junio, sus ventas de automóviles cayeron 29%.

Varios importantes fabricantes de automóviles chinos han experimentado caídas aún más pronunciadas. Pero las marcas globales también están sufriendo en un mercado que durante mucho tiempo había sido una fuente de gran crecimiento.

Ford vendió casi 22% menos de vehículos en China durante el segundo trimestre que en el mismo periodo del año anterior. General Motors registró una caída de 12% en las ventas de vehículos en China en el trimestre.

El mercado automotriz de China se contrajo por primera vez en más de dos décadas en 2018, y el desplome se ha profundizado este año debido al crecimiento económico más débil, la guerra comercial con Estados Unidos y los nuevos estándares de emisiones.

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La guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue siendo un riesgo importante. Las dos partes acordaron reanudar las negociaciones comerciales, pero los aranceles siguen vigentes y una mayor interrupción podría significar años de escasez para las automotrices.

Debilidad alemana

Los fabricantes de automóviles alemanes se encuentran en una posición particularmente difícil.

BMW, Volkswagen y Daimler, que posee Mercedes-Benz, tienen grandes operaciones en China. También enfrentan un débil crecimiento económico en el hogar, la afectación residual del escándalo del diésel y los nuevos objetivos de emisiones.

Daimler advirtió el viernes sobre una caída en las ganancias este año debido a los retiros, a problemas legales y a las débiles ventas. Espera una pérdida en el segundo trimestre de 1,600 millones de euros (1,800 millones de dólares), y su negocio de camionetas está en una situación desesperada.

Su rival BMW tiene sus propios problemas. El fabricante de automóviles de lujo dijo la semana pasada que el CEO Harald Krueger dejaría el cargo. Las ganancias de la compañía se redujeron en el primer trimestre y su división automotriz registró pérdidas. El consejo supervisor de BMW se reunirá el jueves para tratar de encontrar un sucesor para Krueger.

En Volkswagen, el fabricante de automóviles más grande del mundo, las entregas mundiales de vehículos cayeron 2.8% en los primeros seis meses del año.

Los tres están expuestos a una mayor escalada de la guerra comercial de Estados Unidos con China, pero también serán apaleados si el presidente estadounidense, Donald Trump, cumple su amenaza de gravar los automóviles fabricados en Europa.

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“Las tensiones están reduciendo nuestro potencial de mercado”, dijo el viernes el presidente ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess. “Estamos tratando de hacer lo mejor posible... para que ese comercio no se vuelva realmente local, porque esta es una industria global”.

Otra cuestión que acosa a las automotrices en Europa es el temor de un brexit caótico en octubre que podría crear un caos en las cadenas de suministro cuidadosamente sincronizadas y podría conducir a aranceles sobre los automóviles que se mueven entre la Unión Europea y Gran Bretaña.

La carrera hacia el auto eléctrico

Ahora que las ganancias son difíciles de conseguir, las automotrices están reduciendo los costos para liberar dinero para invertir en automóviles eléctricos.

Ford eliminará 12,000 empleos y cerrará seis plantas en Europa, incluida una fábrica de motores en Reino Unido. Jaguar Land Rover, que es propiedad de Tata Motors de India, recortará 4,500 empleos. Honda también cerrará una planta en Reino Unido.

Se está llevando a cabo un reajuste radical de la industria. Daimler y BMW se han unido para desarrollar tecnología de viajes compartidos y sin conductor, mientras que Honda ha invertido en la unidad autónoma de automóviles de General Motors.

El aumento de la presión, combinado con las nuevas amenazas de las compañías tecnológicas que intentan incursionar en el negocio automotriz, podría eventualmente forzar a los fabricantes de automóviles a hacer fusiones.

Nissan y Renault intentan desesperadamente mantener unida su alianza tras la caída en desgracia de Carlos Ghosn, mientras que Fiat Chrysler está considerando sus siguientes pasos después de que una propuesta de fusión fue rechazada por Renault en junio.

El viernes, Volkswagen y Ford dijeron que ampliarían su cooperación más allá de los vehículos comerciales. Ford, que actualmente no vende vehículos completamente eléctricos, utilizará una plataforma Volkswagen para desarrollarlos para su venta en Europa.

Volkswagen también acordó unirse a Ford para invertir en Argo AI, una compañía de plataformas de vehículos autónomos valorada en 7,000 millones de dólares.

Laura He contribuyó a este artículo.

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