- ¿Con dos calificadoras es suficiente para un país con las características que tiene México?
Hay muchos fondos internacionales que en sus políticas internas te piden un mínimo de dos calificadoras para comprar tu papel (deuda), a eso se refiere el presidente de que valdría la pena quedarse con dos calificadoras. Estas empresas obviamente viven de su reputación, entonces el objetivo sería que (el gobierno y las empresas) pudieran utilizar calificadoras con una buena reputación a nivel internacional.
En tema de costo, las calificadoras sí cobran por esta calificación hacia el gobierno federal. Nosotros no tenemos contrato con él, pero sí las emitimos por sanas prácticas para poder tener un techo de riesgo país para las calificaciones que nos solicitan nuestros clientes a nivel México.
- ¿Cancelarlos sería una mala señal al mercado?
Las prácticas en el mercado es que tradicionalmente tengas mínimo dos calificadoras para que no quedes fuera de las políticas de inversión a nivel global.
- ¿Habría repercusión?
En el costo de financiamiento, dada la fortaleza, la liquidez y las características que tiene México es probable que no tuviera repercusión que nada más tuviera dos calificadoras.
- AMLO prometió dar a conocer los montos de los contratos con las tres agencias calficadoras, ¿qué opina al respecto de esa medida?
Este modelo es el que se utiliza. No es algo nuevo que se pague por recibir las calificaciones. A lo mejor valdría la pena que el gobierno buscara alternativas que tuvieran las mismas credenciales, el mismo impacto y con un costo cero.
¿Cómo se determina el precio para pagarla a una calificadora?
Cada calificadora tiene sus políticas para establecer los precios, lo que podría decir que es lo más importante para una agencia, más que el precio, es la transparencia con la que emiten sus calificaciones. Hay una circular única que emite la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que es la regulación en la que nosotros nos basamos. Tenemos visitas por parte de la autoridad cada año. Somos de los segmentos con supervisiones más estrictas a nivel local. Tenemos prácticas de vigilancia tan estrictas como los bancos. Todo mundo tiene autorizadas sus metodologías por la CNBV. Todo está muy transparente.