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Sin contraer deuda, hay otras opciones para reactivar la economía mexicana

Asociaciones público-privadas y apostar a lo Hecho en México son parte de las opciones para que el gobierno federal atienda las crisis sanitaria y económica.
mar 05 mayo 2020 05:49 AM
economía pib méxico productividad
La banca de desarrollo puede jugar un papel muy importante para reactivar a la economía mexicana, consideran economistas.

La estigmatización de la deuda pública como opción para poder lanzar estímulos fiscales en México que ayuden a librar la crisis del coronavirus (Covid-19) ha obligado a expertos, analistas y autoridades a buscar alternativas eficientes que le permitan al país contar con recursos extra frente a la pandemia.

Y entre las opciones que destacan son las asociaciones público-privadas, apostar a lo Hecho en México, eliminar o postergar proyectos que no son redituables en este momento y revivir a la banca de desarrollo.

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“En este momento no planeamos emitir más deuda de lo que ya ha sido aprobado por el Congreso, vamos al final de año a cumplir con el techo de endeudamiento interno y externo que nos aprobó el Congreso. Como responsabilidad fiscal y hacia las generaciones futuras, estamos tratando de evitar la contratación de deuda, para lanzar un paquete de estímulos que pueda no ser implementado con rapidez”, dijo recientemente el subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, en teleconferencia.

Para incentivar a la economía, el gobierno puede buscar programas de coinversión a través de asociaciones público-privadas, con ello el riesgo de inversión lo tomaría la iniciativa privada, sobretodo para las inversiones en infraestructura y en el sector energético, consideró José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

“Son inversiones que el país necesita, y por lo atractivo el gobierno no tendría la necesidad de obtener más recursos a través de deuda”, explicó el directivo.

Economistas han hecho énfasis en que destinar recursos para la inversión física es uno de los mejores elementos para impulsar la economía porque genera empleos y atiende las necesidades de la población: salud por construcción de hospitales; educación por construcción de aulas, social por el desarrollo de centros de readaptación, deportivos o culturales.

De acuerdo con cifras de Hacienda, el gasto en inversión física creció 5.5% anual en el primer trimestre de 2020. Al cierre de 2019, este indicador decreció 11.8% real anual.

Otra de las opciones que imperan en el sector privado, es la de dar prioridad a lo Hecho en México, incentivar la producción y consumo de bienes locales, lo que contribuiría a la salvación de micro, pequeñas y medianas empresas que están en pos de desaparecer tras el paro de actividades.

“Esta opción se puede utilizar con el presupuesto que ya está asignado y aprobado, dando prioridad a proveedores mexicanos y garantizar su pago en poco tiempo, esto con la visión de impulsar las cadenas productivas internas para obras de infraestructura, insumos nacionales, alimento, pintura, varilla, bienes tecnológicos, compra de ropa para médicos, utilizar a la industria nacional para la recuperación”, dijo el especialista del IDIC.

Vanessa Rubio, senadora del PRI y exsubsecretaria de Hacienda, consideró que el gobierno federal puede hacerse de más recursos reorientando gastos no productivos, como la refinería Dos Bocas, con el objetivo de crear un fondo para la estabilización del empleo y las empresas, porque si no se apoyan en este momento si regresamos y ya no están la recuperación económica va a tardar en llegar.

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Destacó que reorientar gasto a inversión y dar certeza para ella, es vital para la recuperación económica post Covid-19.

En la actualidad, el gobierno federal estima que con la llegada de ingresos aún por impuestos, venta de petróleo, coberturas petroleras y en fideicomisos públicos se pueden echar andar acciones para impulsar la economía, sin endeudarse, no obstante, será vital que para 2021 se plantee el propósito de una reforma fiscal, enfocada en dar incentivos a la inversión y no en fortalecer la tributación, pues habrá pocos recursos de reserva.

“Debe haber una reforma fiscal dirigida a crecer, no para recaudar más, sino dirigida a crecer, que traerá más recaudación, propiciar con una reforma inteligente la creación de empleo formal, posibilidad de deducir la inversión inmediatamente, y por supuesto gravar el consumo, se pierden cantidades enormes en evasión y elusión, se tiene que trabajar en el IVA, y ley de ingresos para permitir deducciones, encontrar cosas novedosas para propiciar el crecimiento, no sólo recurrir a la casa de recetas de siempre”, comentó a Expansión, Luis Foncerrada, economista en jefe de la American Chamber.

Cabe señalar que al cierre de marzo, los Saldos de la Deuda del Sector Público Federal llegaron a 12.1 billones de pesos (bdp), cuando en diciembre fue de 11.0 bdp. En tanto, el costo financiero de la deuda sumó 147,664 millones de pesos en el periodo enero-marzo.

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