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México está a la mitad del proceso en la implementación de la banca abierta

Los bancos y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) están en pruebas piloto de la segunda etapa del open banking; los retos están en materia de transparencia y educación financiera.
jue 27 agosto 2020 03:26 PM
Concept of technology in buying without using cash. Close up of hand use credit card swiping machine to pay.
Con la banca abierta se busca que se mejore el servicio que dan los bancos a los clientes pero también ve un riesgo en materia de transparencia.

La banca en México trabaja con las autoridades en la implementación del open banking o banca abierta, la cual permitirá mejores servicios financieros para los usuarios.

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"Se ha establecido la parte de datos abiertos y estamos en la parte de datos agregados, habrá que finalizar la de datos agregados y estamos empezando a hacer pilotos entre los bancos, estamos trabajando activamente con la CNBV para aterrizar esta parte y nos faltará la más importante, vamos a la mitad del camino", dijo Carlos Mamolejo, director ejecutivo de Innovación en Santander México.

Durante el evento #ThinkTank, organizado por la empresa PROSA, el directivo de Santander dijo que la banca abierta consta de tres etapas: datos abiertos, datos agregados y transaccionalidad. México está en la parte de datos agregados, por lo que el camino aún es largo en la materia.

El experto destacó que países como Reino Unido, donde inició la banca abierta, ya están en la fase de transaccionalidad por lo que México tendrá un referente en los siguientes años.

Con la banca abierta se busca que se mejore el servicio que dan los bancos a los clientes, pero también ve un riesgo en materia de transparencia y en que no a todos los bancos de México les interesa sumarse a este proyecto.

El directivo de Santander dijo que otro de los retos es la regulación de los bancos en materia de uso de información personal, pues aunque pueden ver los ingresos y egresos de sus clientes no se puede compartir la información de los clientes, ni siquiera entre empresas del mismo banco.

"Vamos a entrar en un mundo donde la regulación se vuelve más abierta, donde vamos a aprender mucho de qué cosas sí se puede enviar y qué cosas no" , destacó.

El reto no solo tiene que ver con las empresas que estén interesadas en la banca abierta, también en la población mexicana, pues la educación financiera tiene que servir para explicar a los usuarios de qué se trata, sobre todo a los que no están bancarizados.

Marmolejo destacó que en el país conviven usuarios muy sofisticados que son aquellos que hacen inversiones en casas de bolsa por ejemplo, y del otro lado, personas que difícilmente cuentan con una tarjeta de débito.

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