(WASHINGTON) – La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, pidió este domingo que se tomen medidas importantes para abordar la carga de deuda cada vez más insostenible para algunos países e instó a los acreedores y deudores a comenzar los procesos de reestructuración en etapa más temprana.
El FMI pide tomar medidas ante las deudas insostenibles de algunos países
En un evento, organizado por el grupo G-30 de expolíticos y académicos, Georgieva dijo que una extensión por seis meses de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda acordado por el G-20 la semana pasada ayudaría, pero que era necesario tomar medidas más urgentes.
"Estamos ganando algo de tiempo, pero tenemos que enfrentar la realidad de que tenemos acciones mucho más decisivas por delante", dijo. Además, instó a los acreedores y deudores a iniciar la reestructuración sin demora las deudas de países con niveles de endeudamiento insostenibles.
"Hacer muy poco y demasiado tarde es costoso para los deudores, costoso también para los acreedores", aseveró. Previó también que los niveles de deuda global alcanzarán el 100% del Producto Interno Bruto en 2021 y que el impacto negativo de los moratorias soberanas podría extenderse rápidamente.
Georgieva afirmó que los acreedores deben adoptar disposiciones contractuales para minimizar la perturbación económica, aumentar la transparencia y respaldar un marco de trabajo común acordado en principio por el G-20 la semana pasada.
Los comentarios de Georgieva se producen en medio de una creciente preocupación por los fuertes aumentos en los niveles de deuda, especialmente entre los países de bajos y medianos ingresos afectados por el COVID-19, una caída del turismo y, en algunos casos, la caída de los precios del petróleo.
La Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G-20 ha ayudado a 44 países a aplazar unos 5,000 millones de dólares para gastar en mitigar la crisis de COVID-19, pero su eficacia se ha visto limitada por la ausencia de acreedores privados y la incapacidad de China de incluir a todas las instituciones estatales.
Otros países de menores ingresos se han mostrado reacios a pedir un congelamiento en los pagos de bonos soberanos, preocupados de que el hacerlo podría dañar su capacidad para pedir dinero prestado en el futuro.