Tras un complicado 2020 para la economía mexicana y el sistema financiero, la recuperación se ve aún lejana.
La segunda gran oleada de contagios de coronavirus que viven el Estado de México y la CDMX desde diciembre del año pasado tomó por sorpresa a los principales bancos del país y algunos de ellos, como Banorte, ya anunciaron la creación de reservas adicionales por 2,000 millones de pesos (mdp) para sorportar los efectos del cierre de actividades económicas no esenciales.
Las reservas son recursos que los bancos usan para anticiparse ante el deterioro de su cartera o impagos de sus clientes. Banorte creó en todo el 2020 un total de 7,200 mdp en reservas por el efecto COVID-19.
“Hicimos reservas en junio pensando en el primer semáforo rojo, lo que no pensamos es que iba a haber un segundo semáforo rojo”, dijo este jueves Marcos Ramírez, director general de Banorte, el tercer banco más grande del país por número de activos.
El directivo dijo que estas reservas se generaron para adelantarse a los posibles impagos y que querían tener un 2021 limpio. Hasta el cierre del año pasado, Banorte cerró con una cartera vencida de 1.1%.
“Hemos visto cómo las distintas instituciones financieras lo han manejado de manera diversa (la creación de reservas) porque ha sido bastante complejo tratar de calcular cuánto va a impactar la pandemia a los resultados financieros. Va a ser interesante en el cuarto trimestre el porcentaje de impago y cómo se mueve la cartera vencida total”, dijo Alejandro González, analista de Intercam.
"Tuvimos que hacer reservas voluntarias adicionales de 4,100 mdp en ese mismo periodo. Esas reservas las hicimos con el objetivo de tener un reforzamiento de nuestro balance y estar mejor preparados en caso de posibles deterioros futuros", dijo recientemente Adrián Otero, CEO de Scotiabank en México.
Desde marzo del 2020, los bancos dieron una prórroga para apoyar a sus acreditados. Banorte difirió 630,000 créditos y hasta el cierre del año, el 88% ya se había puesto al corriente.
El 12% de clientes han tenido que reestructurar su crédito y el banco asegura que trabaja con cada uno de ellos para ofrecerles las mejores condiciones.
La utilidad neta del banco también reportó su peor año desde el 2009 -cuando ocurrió la crisis del subprime- al reportar 30,508 millones de pesos, una caída del 16% respecto a 2019.
Julián Fernández, analista de Bursamétrica dijo que la crisis tendrá una resonancia de hasta tres años y se va a resentir principalmente en el empleo, que el año pasado perdió la histórica cifra de 647,710 puestos formales.
“La cruda de la pandemia va a ser una cruda que va a durar tres años y lo va a resentir el empleo”, consideró Julián Fernández, analista de Bursamétrica.
