Las reglas de origen de las autopartes en el sector automotriz se han convertido en un punto de desencuentro reciente en el marco del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC. Sin embargo, para la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, más que un ‘pleito’ es simplemente un caso en el que uno de los socios "no entiende".
El acuerdo comercial, que entró en vigor en julio de 2020, añadió capítulos laborales y de contenido automotriz regional más estrictos. Se elevó a 75% el porcentaje de las partes de un auto que deben provenir de alguno de estos tres países, durante su fabricación, para que el vehículo se pueda exportar en la región sin pagar impuestos. Ahora, la interpretación de esta norma ha abierto la puerta a una discusión altamente técnica y con poca flexibilidad de parte de Estados Unidos.
“Somos tres socios, dos tenemos una misma interpretación y uno no”, dice Clouthier en entrevista desde Washington. “Entonces, alguien no está entendiendo bien las cosas y lo estamos invitando a que le dé una revisada”.
Clouthier viajó a Washington del 21 al 23 de julio, acompañada de la subsecretaria de comercio Luz María de la Mora, para tratar de resolver las diferencias y explicar la que considera que es la interpretación correcta de las reglas.