La entidad consideró los siguientes riesgos macrofinancieros actuales para el país:
1. Un apretamiento de las condiciones financieras globales como resultado de incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas ante repuntes inflacionarios mayores y más persistentes a lo previsto
2. Una recuperación menos vigorosa de la economía global y más heterogénea entre sectores y países.
3. Una debilidad prolongada y más acentuada en el consumo e inversión internos.
4. Potenciales incrementos a las primas de riesgo tanto soberanas como de Pemex, así como afectaciones a sus respectivas calificaciones crediticias.
El banco central dijo que en México persisten afectaciones ocasionadas por la pandemia del COVID sobre los niveles de empleo e ingresos de los hogares, detalla el informe.
"El saldo del financiamiento total recibido por los hogares siguió decreciendo, tendencia que se aprecia desde hace seis trimestres. Este comportamiento se explica por la evolución desfavorable que ha tenido el financiamiento destinado al consumo", señaló Banxico.
Agregó que la banca de desarrollo y las instituciones de fomento presentan solidez financiera, lo que se refleja en la evolución positiva de los principales rubros del balance general y estado de resultados: "la banca de desarrollo está adecuadamente capitalizada y las instituciones del sector cuentan con un índice de capitalización (ICAP) superior al límite prudencial".