97 años del Banco de México: Retos y fortalezas desde la visión de los expertos
En su historia, Banxico ha sorteado obstáculos que lo han fortalecido hasta ser hoy uno de los bancos centrales con mejor reputación en el mundo. Destacados economistas comparten su perspectiva.
En 1994, el Banco de México ganó su autonomía y, con ello, una de sus fortalezas institucionales más importantes a los ojos de los actores económicos locales e internacionales. (Daniel Becerril/Reuters)
El Banco de México cumple 97 años desde que abrió sus puertas, el 1 de septiembre de 1925. ¿Cuáles su función e importancia en la vida económica y social del país? ¿Cuáles son sus retos en el corto plazo?
Algunos de los economistas líderes en México brindaron a Expansión sus perspectivas acerca de una de las instituciones más importantes para el desarrollo del país. La autonomía, su importancia para los que menos ingresos tienen y los retos en uno de los entornos económicos globales más inciertos de los últimos tiempos, son algunos de los temas que abordan los especialistas.
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El exitoso anclaje de las expectativas de inflación en un entorno adverso
Banco de México ha sido un éxito como institución mexicana. Banxico ha logrado que las expectativas de inflación de largo plazo se muevan poco cuando la inflación se mueve mucho por factores como el reciente aumento del precio de materias primas a nivel internacional.
Eso ha permitido que el mercado financiero en México se desarrolle. Por ejemplo, México es de los pocos países emergentes con una curva de rendimientos con bonos a más de 20 años.
También ha permitido que movimientos en el tipo de cambio tengan un traspaso reducido a la inflación, a diferencia de lo que sucedía en décadas anteriores. El tener expectativas de inflación de largo plazo bien ancladas le permite al banco central controlar la inflación con un menor costo para la economía del que tendría si las expectativas de inflación de largo plazo fueran más volátiles.
Anclar el sistema nominal de la economía le tomó a México muchos años, pero hoy es una realidad, a pesar del reciente brote de inflación, y es un logro muy importante de Banxico.
Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America para México y Canadá
Noviembre del 2000: Guillermo Ortiz (Gobernador del Banco de México entre 1998 y 2004), Urban Backstrom (entonces gobernador del banco central de Suecia) y Andrew Crockett (entonces gerente del Banco Internacional de Pagos), en conferencia en las Instalaciones del Banco de México.(Pedro Mera/Cuartoscuro)
Uno de los bancos centrales con mejor reputación del mundo, pese a embates desde Palacio
Banco de México es uno de los pilares de la economía mexicana. El Banco de México administra la política monetaria. Es autónomo desde el 1 de abril de 1994 y tiene como objetivo prioritario de inflación baja y estable desde 2003. En 2008 instauró a la tasa de interés como objetivo operacional. Con esto, el Banco de México es quien dicta el valor del dinero en la economía mexicana. Es uno de los bancos centrales con mejor reputación en el mundo.
Desde que Banco de México es autónomo, México goza de mayor estabilidad económica por su objetivo de mantener el buen funcionamiento del sistema financiero mexicano. Junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, forma parte de la comisión de cambios.
Su principal reto económico es bajar la inflación en el entorno global de exceso de liquidez y disrupciones en las cadenas de suministro.
Desde el punto de vista político su principal reto es seguir conservando su buena reputación, a pesar de los embates que han supuesto la iniciativa de reforma y el anuncio anticipado de alza en tasa de interés por parte del presidente de México.
Gabriela Siller, Directora de Análisis Financiero de Banco Base
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Noviembre de 2011: Agustín Carstens, durante la firma de convenio con la PGR, que impulsa la colaboración entre las dependencias.(Moisés Pablo/Cuartoscuro)
Retos y fortalezas a casi 30 años de autonomía
En casi 30 años de autonomía, el Banco Central ha logrado reducir la inflación de niveles de dos dígitos (y más) en los años ochenta a niveles bajos y mucho más estables, lo que, a su vez, ha permitido durante un tiempo prolongado que los actores económicos en general tomen decisiones sin preocuparse por cuál será el nivel precios que prevalecerá en el futuro.
Sus acciones y continuos esfuerzos por seguir las mejores prácticas en su toma de decisiones han permitido, por ejemplo, que los mexicanos transitemos de una economía en la que gran parte de las fluctuaciones en el tipo de cambio se transmitían prácticamente uno a uno a los precios, o en el que la fijación de precios estaba en riesgo de seguir espirales inflacionarias, a otra en la que la dinámica inflacionaria se “ancla” vía expectativas de inflación.
No podemos olvidar que, más allá de su papel como autoridad monetaria, el Banco también ha acompañado la transformación del sistema financiero a uno más resiliente y ha propiciado el desarrollo y modernización del sistema de pagos del país, proveyendo así elementos básicos para la actividad económica.
La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, al llegar a la institución, se comprometió "fomentar una mejor comprensión por parte del público de las finalidades y funciones del Banco de México como organismo autónomo encargado de promover la estabilidad de precios y el buen funcionamiento del sistema financiero y de pagos del país. Esta comprensión es indispensable para que los ciudadanos valoren los beneficios concretos que implica la labor del banco central". (Fotos: Daniel Becerril/Reuters)
El entorno económico actual hace que el Banco enfrente numerosos retos. El reto número uno, sin duda, es llevar a la economía por una senda en la que la inflación y sus expectativas se reduzcan y regresen a niveles congruentes con su objetivo de inflación de 3%.
El hecho de que la Junta de Gobierno actual tenga, en su conjunto, menos experiencia en el quehacer de política monetaria que sus predecesoras, será otro reto importante que sortear, sobre todo a medida que sea más evidente que el ciclo de subida de tasas esté pronto a concluir y que haya que continuar recorriendo un entorno económico de alta incertidumbre. Un reto adicional en este sentido es el de la conservación de la fortaleza institucional, que privilegie bajo cualquier circunstancia el objetivo de estabilidad de precios y haga caso omiso a agendas políticas.
Esta fortaleza no debe de darse por sentada: tenemos una economía que hace frente a entornos adversos con relativa efectividad gracias en buena medida a la fortaleza de su Banco Central.
Estos retos probablemente sean mejor sorteados en el futuro dado el andamiaje institucional que por años el Banco se ha encargado de construir y que considero su principal fortaleza: las reglas establecidas, un staff de alta calidad, profesional y comprometido con su trabajo y la vigilancia de todos los que observamos desde fuera, ciudadanos y participantes de los mercados financieros, son la mejor receta para mantener al Banco de México como una institución de excelencia, pilar de la economía.
Jessica Roldán Peña, Economista en Jefe Casa de Bolsa Finamex
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Fundamental para las personas de menores ingresos
El mandato del Banco de México es procurar la estabilidad en precios. Esto quiere decir que con los mismos pesos que tenemos hoy, podamos tener acceso a una cantidad similar de satisfactores el día de mañana. Sin duda alguna, esto es un bien para toda la sociedad mexicana, pero especialmente para quienes menos tienen.
Cuando los precios de los bienes y servicios crecen de forma agresiva, las personas de bajos ingresos corren el riesgo de no poder alcanzar a comprar ni siquiera aquellos satisfactores más esenciales. Además, usualmente, las personas con menos percepciones mantienen sus ahorros en efectivo o instrumentos muy líquidos, los cuales generan bajos o nulos rendimientos, por lo que no ofrecen una protección significativa contra la inflación.
Ciertamente, el Banco de México se fundó en septiembre de 1925. Sin embargo, este fue independiente hasta abril de 1994. Es justamente esta autonomía una de sus principales fortalezas para cumplir su mandato constitucional, al darle la libertad para actuar sin presiones políticas y abonar a su credibilidad.
Por ejemplo, en los 10 años previos de concretarse la autonomía del Banxico (1984-1993) la inflación interanual promedió un crecimiento de 55.77%; y, en los 10 años posteriores (1995-2004), esta fue de 15.36%. Es importante aclarar que a esto último también contribuyó la implementación del esquema de Objetivos de Inflación, desde 2001.
Hoy, el Banco de México se enfrenta a un entorno altamente complejo. La inflación en México y el mundo ha alcanzado niveles no vistos en décadas, reflejo de algunas distorsiones asociadas a la pandemia y la guerra en Ucrania, los fuertes estímulos al gasto que detonaron la expansión monetaria y fiscal en varios países, y de lo que puede llegar a considerarse como una lenta reacción inicial de los bancos centrales a las primeras señales de presiones inflacionarias el año pasado.
Es fundamental que el Banxico siga elevando las tasas de interés, que no “le tiemble la mano”, y logre que la inflación se encamine pronto a su meta de 3% a/a. De lo contrario, su credibilidad se irá erosionando, las expectativas de precios se desanclarán y el Instituto se verá forzado a tomar acciones más agresivas y con un costo económico mayor el día de mañana.
Alejandro J. Saldaña Brito, Economista en Jefe, GFBX+
