(WASHINGTON) - Los países en desarrollo gastaron casi medio billón de dólares en el servicio de su deuda externa pública y garantizada públicamente en 2022, drenando fondos de necesidades de salud, educación y clima, y poniendo a los países más pobres en un riesgo creciente de "caer en una crisis de deuda", dijo el miércoles el Banco Mundial.
En su último Informe sobre la Deuda Internacional, el BM señala que los pagos de servicio de deuda -incluidos el capital y los intereses- aumentaron un 5% respecto al año anterior al récord de 443,500 millones de dólares (mdd), en medio de la mayor alza de tasas de interés mundiales en cuatro décadas. Según el banco, los pagos podrían dispararse un 10% en 2023-2024.