Zaira Zepeda, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE) en la Ciudad de México, dice que, por primera vez, las líderes en temas económicos y empresariales se están uniendo para una sola causa: generar su propia agenda.
“¿Por qué nace esta iniciativa? Después de asistir a tantos foros y mesas de trabajo, me doy cuenta que las mujeres al final somos muy buenas proponiendo; excelentes trabajando, y que tenemos iniciativas, pero lamentablemente no se ve reflejado en una agenda de nuestro interés”, detalla en entrevista con Expansión la presidenta de la AMMJE capítulo CDMX.
En un contexto en el que habrá una nueva cabeza de gobierno capitalina, la AMMJE, junto con otros organismos empresariales de mujeres, como Coparmex, Canaco, CCE, así como fundaciones, han hecho que los candidatos (Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski) se comprometan desde ya a que el tema de esta agenda sea de las prioridades de quien llegue a gobernar la capital.
Zepeda platica que para este documento se consideró lo que está haciendo falta para lograr este crecimiento económico y exponencial en la economía de la ciudad a través de una mayor participación de las mujeres empresarias.
“Un dato que es importante es que solamente tres de cada 10 pymes que se abren en el país son encabezadas por mujeres, creo que aquí hay un área de oportunidad inmensa, que si la autoridad hiciera todo un ecosistema más dirigido a que la mujer fuera más productiva, se generaría un impacto económico más alto y de una manera exponencial”, subraya.
La representante de la AMMJE CDMX destaca que la formalidad tiene beneficios inimaginables, pues, de acuerdo con los datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), una empresa formal o una emprendedora formal genera 2.5 veces más de aquella que está en informalidad.
¿Cuáles son los principales puntos de la agenda?
En primer lugar, está un impulso al emprendimiento bajo dos ejes: capacitación y formación para llevar cualquier autoempleo a un emprendimiento y formalización para aunque sea una nanopyme, aunado a un acceso al financiamiento para lograrlo.
En segundo lugar, está el tema de igualdad salarial, disminuir la brecha es una prioridad, algo que ya está sucediendo en las empresas globales, pero que también sea una realidad en las pymes, así como acceder a mejores puestos de trabajo.