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México juega a favor de Estados Unidos; pone el pie a comercio chino

Desde más aranceles a embargos a mercancías chinas, las acciones de México para controlar la presencia del gigante asiático y evitar triangulación a EU.
jue 22 agosto 2024 05:20 AM
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Desde hace varios años, China se ha consolidando como un exportador importante a México.

México tiene puesto el ojo en China. En la administración de Andrés Manuel López Obrador se han implementado una serie de acciones que apuntan a un control del comercio chino en el país bajo una presión desde Estados Unidos, su principal socio comercial.

Expertos coinciden en que México sí está tratando de complacer a Estados Unidos, ya que el país vecino es su mejor aliado en comercio e inversiones.

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Datos de Banxico apuntan que de enero a junio de este año la venta de bienes y servicios de México a Estados Unidos asciende a 248,385 millones de dólares, mientras que las dirigidas a China apenas alcanzan los 4,855 millones.

Lo mismo sucede con la Inversión Extranjera en México, el principal país que más aporta a estos flujos es Estados Unidos. En los primeros seis meses del año tuvo una participación de 44% del total, mientras que China no figura ni siquiera en el top 10.

Esto explica la conveniencia de México de estar del lado de Estado Unidos en esta estrategia anti China.

Desde aranceles a decomisos

En abril de 2024, México publicó el decreto que modifica la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, actualizando los aranceles que se modificaron en agosto de 2023, que si bien se dirige a países con los cuales no tiene un tratado comercial, el principal afectado es China.

Se establecieron aranceles temporales entre 5% y 50% a 544 fracciones, las cuales se relacionan con el acero, aluminio, textiles, confección, calzado, madera, plástico y sus manufacturas, productos químicos, papel y cartón, productos cerámicos, vidrio y sus manufacturas, material eléctrico y muebles, entre muchas otras, que en cálculos de analistas afectaban a 90% del comercio chino.

Ese mismo mes, la Secretaría de Economía también publicó un decreto con una resolución en la que declara el arranque del procedimiento administrativo de investigación antidumping sobre las importaciones de calzado originarias del país asiático.

En julio, México y Estados Unidos acordaron imponer un arancel de 25% al acero importado no fundido o vertido en Norteamérica y de 10% al aluminio, igual impactando en mayor medida a China.

También en julio destacó la noticia de la clausura de una de las mayores plazas que comercia productos chinos: “Izazaga 89”, en la Ciudad de México, ante la falta de acreditación de permisos para la venta de esa mercancía.

Y en agosto, el SAT anunció un importante embargo de productos de China, confiscando 1.4 millones de artículos, con un valor de 418 millones de pesos.

De enero a junio de este año, estos embargos de productos chinos del SAT suman 1,600 millones de pesos.

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México en sintonía con EU

Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM, dice a Expansión que algunas medidas se empatan con las implementadas por Estados Unidos, sobre todo en la parte de aranceles.

El 17 de abril, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció que iba a triplicar los aranceles que ya pesan sobre el acero y el aluminio procedentes de China y pocos días después, México publicó el decreto de aranceles a 544 fracciones, que incluye estos productos.

“No hubo un diagnóstico, análisis, discusión siquiera al respecto en México y casualmente se dio cinco o seis días después de que Biden anunció que Estados Unidos iba a aumentar significativamente los aranceles de estos mismos productos. ¿Fue coincidencia? Yo no creo en las coincidencias”, señala el experto en las relación México-China.

Hace un mes, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, urgió en revisar el comercio con China, en un contexto en el que las importaciones de México desde el país asiático han crecido de manera importante.

China presenta 20% de las importaciones de México y Estados Unidos más de 40%.

“El secretario de Hacienda anuncia: ‘’¡Ojo, tenemos problemas con China! Si sustituyen importaciones desde China, el Producto Interno Bruto de México pudiera aumentar’. Yo diría bueno, pues el principal importador de México es Estados Unidos, Pues vamos entonces a sustituir importaciones de Estados Unidos, pero no, eso no se dice”.

Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, coincide en que sí hay señales y una percepción de que México comienza a poner trabas a China, pero no está mal que cuide sus intereses.

“Como en cualquier guerra hay que elegir quién es nuestro aliado. Y hasta ahora por mucho se tiene un mayor comercio con Estados Unidos, el 80% de las exportaciones de México van hacia ese país y también la mayor cantidad de inversión extranjera directa”, apunta.

México debe actuar con cautela

Siller refiere que México no tiene porqué cerrarse al comercio con China, solo debe cuidar la parte de que las compras desde el país asiático se queden en el país y no se esté triangulando para que entren a Estados Unidos.

Para la especialista, lo peor que puede suceder es que en la revisión del T-MEC hacia 2026 se le quiera imponer a México el cómo manejar su relación con China, lo que sería un ataque a su soberanía, por eso el país debe delinear su estrategia de qué es lo que va hacer con el gigante asiático.

Enrique Dussel considera que limitar el comercio con China pone en entredicho a las propias empresas estadounidenses, mexicanas y de otros países en México, porque es el principal proveedor de componentes para la industria automotriz, y no se está listo para sustituir todas esas importaciones.

“Hace 20 años que China se ha estado consolidando como un exportador importante a México y en sectores específicos, donde México ha sustituido importaciones que históricamente eran estadounidenses”.

El coordinador del Cechimex apunta a que el panorama de la relación México-China es altamente incierto, pues depende de las ocurrencias que vaya a tener Estados Unidos.

“Quieren volver al Make America Great Again, volver a 1960 y 1970, cuando no existía económicamente China. ¡Eso es imposible!”, apuntó.

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