Gerónimo Ugarte Bedwell, Economista en Jefe de Valmex Casa de Bolsa
La economía mexicana se encuentra en un proceso de ajuste macroeconómico que se traduce en un crecimiento proyectado del PIB de 1.3% en 2026.
Representa un rebote modesto tras el estancamiento de 2025, pero permanece por debajo del potencial productivo, lo que subraya la persistencia de importantes restricciones internas y externas. Aunado a una moderación del poder adquisitivo y la consecuente rigidez al alza en la senda del consumo privado, la expansión se verá limitada por el mandato de consolidación fiscal.
Tras el elevado déficit público incurrido durante 2024, y la transición a una consolidación parcial en 2025, es poco probable que el gobierno pueda implementar una política fiscal contracíclica el próximo año.
¿Qué pasará con la revisión del T-MEC?
Ricardo Aguilar Abe, Economista en Jefe y Director de Análisis de Banco Invex
No se anticipa un escenario adverso negativo para México, no obstante, es probable que se tenga que ceder en aspectos relevantes relacionados con el origen preponderante de los productos, su composición, mano de obra e insumos involucrados en la elaboración. En particular, Estados Unidos podría exigir un menor contenido proveniente de China en autos y partes que se exporten desde México.
De igual manera, se podrían buscar condiciones más equitativas para los inversionistas de Estados Unidos y Canadá en sectores como el energético, donde las empresas del Estado mexicano gozan de mayor preferencia.
Pamela Díaz, Economista en Jefe para México de BNP Paribas
La revisión del T-MEC debe entenderse como un mecanismo técnico previsto en el propio tratado. Es importante señalar que no existe un plazo rígido para cerrarlo, lo que podría llevar a una extensión de las negociaciones dependiendo de la complejidad de los temas regulatorios que se aborden.
La relación económica entre México y Estados Unidos es estructural y difícilmente reversible, por lo que creemos que el desenlace base será de continuidad, aunque acompañado de mayores mecanismos de seguimiento y verificación.
Vemos tres ejes principales de discusión: la integración productiva, las barreras no arancelarias y el cumplimiento laboral, enfocado en la aplicación práctica de las obligaciones ya vigentes.
¿Cuál es la expectativa inflacionaria?
Enrique Covarrubias, Economista en Jefe y Director de Análisis de Actinver
A octubre, la inflación se ubicaba en 3.63%, acumulando siete quincenas dentro del rango objetivo de Banxico gracias a menores precios agropecuarios por una buena temporada de lluvias. Esperamos que esta dinámica continúe hacia el cierre de 2025 (3.9%).
Sin embargo, a inicios de 2026, algunos ajustes fiscales podrían presionar temporalmente la inflación hasta 4.5%. El alza del IEPS a bebidas azucaradas y tabaco aportaría unos 14 puntos base, mientras que el incremento de aranceles a importaciones de países sin acuerdo comercial –afectando, sobre todo, autos eléctricos, textiles y calzado– añadiría unos 16 pb.
Prevemos que estos efectos se diluyan a lo largo del año y que la inflación cierre 2026 en 4.0%.
¿Qué debe hacer México para reactivar su economía?
Iván Arias, Director de Estudios Económicos de Banamex
Es necesario superar desafíos estructurales, como un marco institucional y de gobernanza sólido, y políticas que fomenten una mayor productividad, destacando la inversión en infraestructura, innovación y tecnología, así como en educación y capacitación, al tiempo que se atienden los rezagos en desigualdad, informalidad y pobreza.
En 2026 será clave que el gobierno logre construir una mejor relación con Estados Unidos (en términos comerciales, de seguridad y migración), así como con los empresarios; alcanzar esos éxitos potenciaría las perspectivas de crecimiento económico del país. En Banamex estimamos un crecimiento del PIB de 0.4% en 2025 y de 1.5% en 2026.
Jorge Velarde, profesor del Departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE
Primero será clave proteger el poder adquisitivo mediante políticas salariales ligadas a productividad, acuerdos para estabilizar precios esenciales y educación financiera que promueva un consumo responsable.
Segundo, las empresas deberán invertir en innovación, digitalización y diversificación de mercados, reduciendo dependencia del mercado estadounidense. Una gestión financiera sólida, cobertura cambiaria y expansión hacia América Latina, Europa y Asia serán factores críticos para resistir la volatilidad.
Tercero, el Estado debe sostener la estabilidad fiscal y llegar a la revisión del T-MEC con una estrategia geoeconómica que preserve certidumbre y modernice capítulos sobre sostenibilidad y digitalización.
Invertir en capital humano y en la transición verde permitirá aprovechar nuevas oportunidades en energías limpias, manufactura avanzada y electromovilidad.
¿Cuál es el principal reto para las finanzas públicas?
Ricardo Aguilar Abe, Economista en Jefe y Director de Análisis de Banco Invex
Lograr mayores ingresos sin crear nuevos impuestos. Si bien es probable que el déficit público se ubique en 3.6% del PIB al cierre del año, es probable que esto responda más a la continua restricción del gasto que a un incremento en la recaudación.
Por ello, la autoridad fiscal deberá encontrar mecanismos para combatir la evasión, recolectar impuestos de mejor manera, así como cobrar créditos fiscales de forma más efectiva. Asimismo, se deberán encontrar mejores esquemas para que un mayor porcentaje de la población pueda desplazarse hacia el sector formal y pague impuestos.
Pamela Díaz, Economista en Jefe para México de BNP Paribas
La convergencia entre crecimiento, ingresos y un gasto cada vez más rígido. Existe un nivel elevado de incertidumbre económica que podría traducirse en una recaudación menor a la prevista, ya sea por un crecimiento más débil o por una moderación en el impulso del mercado interno. Este es el primer foco de riesgo, porque el marco fiscal parte de supuestos relativamente optimistas sobre la trayectoria de la economía.
El segundo proviene de la estrategia recaudatoria. Parte relevante del incremento esperado en los ingresos se atribuye a mejoras en eficiencia aduanera y a nuevas medidas vinculadas con importaciones. Sin embargo, si estas acciones terminan reduciendo el flujo de comercio exterior, el efecto tributario podría ser menor al contemplado originalmente.
A ello, se suma un costo financiero de la deuda que descansa en supuestos de tasas de interés más bajas que las actuales. La combinación reduce significativamente el margen de maniobra para reasignar recursos o responder a choques imprevistos.
¿Será el año del super peso?
Gerónimo Ugarte Bedwell, Economista en Jefe de Valmex Casa de Bolsa
La expectativa es de una depreciación gradual y ordenada, lo cual indica la conclusión del periodo de fortaleza conocido como el superpeso. Según nuestros pronósticos, el tipo de cambio pasará de 18.65 al cierre de 2025 a 19.48 al de 2026, una corrección anual de aproximadamente 4.45%.
Esta trayectoria se debería, principalmente, a un alza en el valor del dólar y estaría apoyada por el desvanecimiento de las condiciones que sustentaron la apreciación.
El pronóstico de 19.48 refleja una corrección esperada, condicionada a la estabilidad en el diferencial de tasas de interés y a una gestión exitosa de los conflictos comerciales durante la revisión del acuerdo trilateral T-MEC.
Iván Arias, Director de Estudios Económicos de Banamex
El peso se ha fortalecido a lo largo del año, respondiendo principalmente, a un debilitamiento generalizado del dólar, y se mantendrá relativamente fuerte en 2026.
Estimamos una tendencia de depreciación gradual por cierta aversión al riesgo dado el entorno de incertidumbre que prevalecerá durante la revisión del T-MEC y que se extendería todo 2026. En este sentido, estimamos que el peso cierre 2025 en 18.8 unidades por dólar y 2026 en 19.7.
Como riesgos al alza destacamos mayor incertidumbre global y una revisión desfavorable del T-MEC; y a la baja, mejores perspectivas por nearshoring y un debilitamiento adicional del dólar por mayores recortes respecto al resto del mundo o una consolidación del fin del excepcionalismo americano.
¿Qué activos financieros tendrán el mejor desempeño?
Jannet Quiroz, Directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Grupo Financiero Monex
El escalamiento de las tensiones arancelarias ha impulsado la búsqueda de refugio en bonos y metales preciosos, mientras que la incertidumbre sobre la sostenibilidad fiscal y la desaceleración del empleo han restado fortaleza al dólar. Los inversores podrían desplazarse hacia activos ligados al crecimiento económico, en los sectores industrial, tecnológico y de materiales.
En contraste, los metales preciosos se enfrentan a un punto de partida elevado tras su rally en 2025, por lo que su desempeño podría estabilizarse en rangos altos, aunque limitado a nuevos máximos en la magnitud de este año.
Jorge Velarde, profesor del Departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE
Los sectores más prometedores serán turismo, bienes raíces, manufactura y tecnología. El mundial detonará inversión en infraestructura, transporte, hotelería y consumo.
GAP y OMA se beneficiarán del mayor flujo aeroportuario, mientras Grupo Posadas y Santa Fe proyectan ocupaciones récord. FEMSA capitalizará la movilidad turística mediante su red OXXO. Ollamani, propietaria del estadio Azteca, incrementará su valor por las renovaciones, y TelevisaUnivision consolidará ingresos por derechos de transmisión.
El reto será anticipar las implicaciones del T-MEC y actuar con visión estratégica, priorizando la diversificación.
Luis Gonzali, VP y Codirector de Inversiones de Franklin Templeton México
Hay un par de activos que podrían tener un desempeño interesante. En primer lugar está la renta fija mexicana debido a que el nivel absoluto de tasas sigue siendo atractivo y la inflación en México está mucho más controlada que en EU, por lo que Banxico podría mantener su ciclo bajista, generando ganancias atractivas de capital. En segundo lugar, creemos que la renta variable en Estados Unidos podría tener un año atractivo, sobre todo, si el riesgo de una segunda ola inflacionaria no se materializa. Si bien creemos que el mercado en Estados Unidos está en un proceso de formación de burbuja, aún no creemos que existan las condiciones para que explote.