El recurso interpuesto en una corte en Estados Unidos por Gonzalo Gil White, director y fundador de la compañía, reclama que los acreedores de la compañía se coludieron con Pemex para llevarla a una situación financiera inviable y, con ello, tomar el control de las cinco perforadoras que daban servicios a la petrolera nacional.
La teoría de Oro Negro es que estas acciones se encaminaron a que los bonistas, que le prestaron cerca de 950 mdd a la firma de Gil White para pagar su flota de perforadoras, se quedaran con los equipos. Oro Negro alega que detrás de los acreedores se encuentra el petrolero John Fredriksen, a quien identifican como uno de los bonistas, y que a su vez tiene relación con Seadrill, un competidor de Oro Negro en México.
“Fredriksen, a través de Seadrill Limited, su compañía de exploración petrolera marítima, y David Martínez Guzman, el millonario mexicano, a través de Fintech Investments Limited, son socios en partes iguales de Seamex Limited”, asegura Oro Negro.
Un grupo de accionistas de Oro Negro ya habían hecho este tipo de acusaciones, e interpusieron recursos legales en Estados Unidos bajo las reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La demanda de Gil White retoma estos señalamientos, donde dicen tener grabaciones que implican a directivos de Pemex como Lozoya en peticiones de sobornos.
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