¿Salvará el plan de Hacienda al sector de la construcción?

“Lo que debe generar la obra pública es un efecto que permanezca y que genere desarrollo y crecimiento económico. Cuando hablamos de inversión pública en este rubro, se entiende que también debe haber una parte privada y se están abriendo las puertas a esta inversión”, comenta.

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El sector de la construcción no ha iniciado bien el año. Durante el primer cuatrimestre de 2019 el valor de producción de las empresas constructoras fue de 170,083 millones de pesos, una reducción de 3.6% en términos reales con relación al del mismo período de 2018. En Querétaro, la caída fue de 12% y en la Ciudad de México, de 15%, aunque la caída más acusada fue en Tabasco, con casi 49%. Y la obra pública registró una contracción de 18.4% respecto al primer cuatrimestre de 2018, según datos recabados por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

El nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, mencionó que este plan consta de 485,000 millones de pesos. Al menos 50,000 millones se destinarán a la creación de infraestructura a través de esquemas de concesión a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), mientras que las licitaciones de bienes y servicios planeados para 2020 se adelantarán alcanzando un monto de 116,000 millones de pesos.

Ballinez comenta que con este anuncio, el gobierno federal da la señal de que sí va a existir inversión pública, ya que en los primeros meses del año se ha reconocido un subejercicio del Presupuesto de Egresos establecido para 2019, lo que significa que el gobierno no ha realizado este gasto, en particular para la realización y planeación de obras.

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Las limitaciones

Eduardo Ramírez, presidente de la CMIC, comenta que el adelanto de las licitaciones proyectadas para el próximo año es una petición que se viene arrastrando desde hace años, ya que en el país no existe una planeación de infraestructura a largo plazo, situación que está relacionada con los cambios de gobierno cada periodo presidencial.

“Necesitamos ponernos de acuerdo entes públicos y privados a través de un instituto de planeación que debe tener cierto periodo de autonomía para generar la línea de acción de todo lo que tiene que ver con infraestructura, que no solo son carreteras, también es hidráulica, energía, escuelas, desarrollos urbanos y vivienda hospitales”, comenta.

Ballinez menciona que hace falta aterrizar y dar a conocer los proyectos específicos en los que se van a asignar dichos recursos. "Es una declaración general y el paso siguiente es aterrizar el plan para saber los programas y la parte que hace falta es el proceso de implementación y aplicación".