El gobernador de Texas, Greg Abott, solicitó al presidente Andrés López Obrador "revisar" y "permitir" el uso de los gasoductos recién construidos en la frontera para comenzar a transportar gas natural. Se trata de los gasoductos que se encuentran en un proceso de arbitraje con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), después de que el organismo abriera en febrero un frente contra las empresas constructoras, que aún no habían entregado la infraestructura.
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En un carta enviada al presidente de México, Abott mencionó que persisten las preguntas sobre los retrasos en los proyectos que involucran a México, Estados Unidos y Canadá, así como los contratos y compromisos comerciales de larga duración podrían afectar negativamente a las tres economías el próximo año.
"Gracias a su tecnología energética, mano de obra calificada y abundantes recursos naturales, Texas tiene un exceso de gas natural limpio, el gas natural puede ser un beneficio para México. El gas natural alimenta más de la mitad del uso de energía en México y aún más de su electricidad. México consume más gas natural del que produce. El nuevo proyecto de gasoductos y otros proyectos pueden proporcionar a México un suministro abundante de gas natural mediante el transporte seguro desde Texas, con exceso de suministro a plantas y fabricantes de energía mexicanos", señala el documento.
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Abott le recordó en la carta que el T-MEC aún no ha sido ratificado por los tres países.
"Durante años hemos trabajado en una asociación colaborativa en muchos temas de importancia para México y Texas. He tenido el honor y el placer de trabajar con sus dos predecesores inmediatos, los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, y espero reunirme con ustedes y trabajar con ustedes", añade.
La CFE abrió este frente con las empresas constructoras de los gasoductos en conflicto en febrero. El organismo pagó cerca de 5,800 millones de pesos el año pasado por infraestructura que no estaba terminada, debido a las llamadas cláusulas de fuerza mayor, que protegen a las compañías ante retrasos por cuestiones sociales, ambientales o políticas.
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Las empresas y la CFE han tratado de negociar estos contratos e, incluso, la empresa pública solicitó una serie de arbitrajes internacionales para solucionar el conflicto, aunque, por ahora, sin éxito.
Por ello, el gasoducto Texas-Tuxpan, construido por iEnova y Transcanadá, está detenido a pesar de estar ya terminado y que incrementaría en 40% la capacidad actual de importación de gas natural de México.
El conflicto también perjudica a Estados Unidos, ya que México es el principal destino de sus exportaciones de gas. Un freno a las ventas al exterior podría generar un incremento de la oferta y la caída de los precios.