La falta de previsión para cumplir con las normas de almacenamiento de combustibles para 2020 pone en riesgo a las estaciones de servicio y consumidores de ver cortes al suministro y alzas en los precios.
“La política pública no le aplica al expendio, al del permiso de almacenamiento ni al autoconsumo, sino a los que tienen permisos de comercializador y distribuidor, pero le impacta al gasolinero porque sino se acercan a preguntar si ya tienen sus mecanismos de cumplimiento, lo de menos es que los multen. El peor escenario es que ya no les pueden suministrar”, señaló Luis Chavarría, director general de la consultora Kepler Oil & Gas.