La Política Pública de Almacenamiento muestra que Pemex tiene una capacidad total de 16.6 millones de barriles en sus 572 tanques, pero con una capacidad operativa de 11.9 millones de barriles, según cifras al 2018. Esto implica que con las cifras del año pasado, estos tanques se usaron al 34.4% de su capacidad operativa; mientras que ahora llegan al 68.9%.
Oferta y consumo
Pero las tendencias de consumo y oferta de combustibles no explican cómo aumentaron los inventarios. Pemex, Sener y CRE no respondieron a solicitudes de entrevista sobre este tema.
La siguiente gráfica muestra cómo tanto el consumo como la oferta de combustibles en el país se han mantenido estables en lo que va del año. Incluso el diferencia entre ambas ha sido mínimo y se ha compensado a lo largo de 2019.
Estos indicadores no indican un aumento en la oferta –sea por producción o importación- que hubiera ayudado a elevar los inventarios en casi 4 millones de barriles. Al mes de junio, el dato de la producción diaria por mes entre enero y junio muestra un saldo a favor de 84,000 barriles.
“Entiendo que Pemex sí ha intentado tener más producto guardado para prevenir desabasto. Pero no de esos niveles”, dice David Rosales, socio de la consultora Talanza Energy.
Otra explicación a este aumento apunta a los llamados tickets, un instrumento previsto dentro de la política pública para que los comercializadores y distribuidores demuestren que están cumpliendo con la regulación y los objetivos en materia de almacenamiento, dice Alejandro Montufar, director de la consultora PetroIntelligence.
“Quienes no tienen almacenamiento deben tener los tickets. Es el derecho financiero a tener combustible. Esto puede crear que los inventarios suban”, dice Montufar.
El riesgo es que sean inventarios “virtuales”, que en realidad no suman a la capacidad real que se tiene para abastecer de gasolinas en un caso de emergencia.
“Creo que están sobrerepresentados, porque ahora hay muchos más comercializadores y pueden estar contando doble”, explica una fuente del sector que pidió el anonimato.
El aumento de inventarios también puede implicar que Pemex tenga mayores costos derivado de un producto que no está usando, lo que debe reflejarse como un gasto dentro de las finanzas de la compañía, apunta Raymundo Sánchez, socio de la consultora AT Kearney.
“Si en la anterior administración se mantenían los inventarios al mínimo –lo que implicaba un riesgo ante cualquier contingencia- lo hacían para mantener los costos al mínimo”, explica el analista.
El almacenamiento también pudo incrementarse por la entrada en operación de nuevos proyectos, que a marzo sumaban 70 con una capacidad de 45.5 millones de barriles, y 4,640 millones de dólares (mdd), según datos de Sener a marzo. Pero la gran mayoría de estos emprendimientos aún se encontraban en etapa de evaluación o de obtención de permisos, y no se tiene registrado que alguno nuevo esté operando ahora.
Los privados, además, si bien han elevado sus importaciones de combustibles, compraron apenas 2.4 millones de barriles de combustibles durante julio, 1.95 millones en junio, y 1.69 millones en mayo. Estos barriles se suman dentro de las estadísticas de Sener sobre la oferta disponible.
Los números señalan un panorama más alentador sobre el almacenamiento de combustibles, pero no ofrecen suficiente información para saber si este aumento en las reservas estará disponible ante cualquier contingencia, como la vivida a inicios de este año.