El gran interés por la subasta obedece a que se trata de áreas ya en desarrollo, es decir en las que ya se confirmó que existen gigantescas reservas de hidrocarburos extraíbles comercialmente y no generan riesgos ni exigen inversiones en exploración.
Las áreas son contiguas a unas que Petrobras ya explota y cuyas gigantescas reservas ya fueron probadas.
Según la ANP, las cuatro áreas ofrecidas en la subasta pueden llegar a producir conjuntamente 1.2 millones de barriles diarios de petróleo y generar, tan solo en regalías, 13,125 millones de dólares anuales a partir de 2024.
La lista de empresas inscritas fue divulgada tan solo cuatro días después de que el Congreso brasileño promulgara una enmienda a la Constitución que da vía libre a esa ambiciosa subasta.
Los derechos para explotar las áreas que serán subastadas fueron ofrecidos inicial y exclusivamente a Petrobras sin licitación en 2010, como parte de pago por la participación del Estado en el proceso de capitalización de la petrolera. Se estableció que Petrobras tendría derecho a extraer 5,000 millones de barriles de petróleo en dicha área, con lo que el Estado pagaría por las acciones con las que se quedó en el proceso de capitalización.
Pero la petrolera brasileña descubrió que el área cuenta con al menos 15,000 millones de barriles de reservas, por lo que el Estado decidió realizar una subasta de concesiones para que otras empresas puedan explotar ese excedente.
El volumen de hidrocarburos calculado en el área supera las propias reservas probadas de Petrobras, que al final del año pasado ascendían a 13,278 millones de barriles.