Las energías renovables seguirán ganando terreno en las matrices energéticas y, cuando se combinen con gas natural y tecnologías emergentes como las microrredes, podrán crear sistemas energéticos robustos de alta eficiencia y baja emisión de carbono. Finalmente, se avizoran nuevas tecnologías como los biocombustibles avanzados a través de algas, la captura de carbono y nuevas tecnologías asociadas a la producción de hidrógeno que son soluciones promisorias para enfrentar el reto dual de crecimiento y sustentabilidad, que es el gran tema de nuestro tiempo.
Lo que está más allá de toda duda es que las economías del siglo XXI seguirán requiriendo un sector energético dinámico, enfocado en eficiencia y sustentabilidad. Solo a través de la innovación continua y la inversión sostenida podremos crear ese sector energético dinámico, eficiente y sustentable, y así desarrollar las soluciones energéticas de alcance planetario que nos exige el futuro.