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México es una potencia 'agro', pero se está quedando atrás en la era digital

El campo mexicano enfrenta varios retos para poder sumergirse en el ‘big data’, como la falta de cobertura de redes en zonas rurales y la alfabetización digital.
lun 02 diciembre 2019 05:00 AM
Campo mexicano
El LANIB estará abierto para cualquier industria o universidad.

México es una potencia agroalimentaria a nivel global, que ocupa los primeros lugares en exportación de productos como el aguacate, el tequila, el tomate, la carne de res y de cerdo e, incluso, el camarón. Sin embargo, uno de los retos que crece en la industria es la falta de adopción de tecnologías en el campo que ayuden a aumentar su productividad por falta de conectividad.

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“Uno de los desafíos es que la cobertura de redes en las zonas rurales sigue siendo limitada. Y los niveles de instrucción son, por consiguiente, a menudo más bajos en las zonas rurales que en las zonas urbanas”, de acuerdo con un reporte del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), firma especializada en el sector agroalimentario en México.

Lee: Los retos de la agroindustria en el mundo del 'big data'

Hoy, solo 40% de la población en zonas rurales del país es usuaria de internet, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares 2018.

“En México hay 22 millones de hectáreas para cosechar, con un poco más de 6 o 7 millones de agricultores en el país, lo ideal sería que, enventualmente, cada productor independientemente de su trabajo tuviera acceso a este tipo de tecnologías para que sean más eficientes”, detalla Ricardo Medina, director general de Netafim en México.

Esta empresa israelí lanzó en México NetBeat, una plataforma digital con la que el agricultor puede operar de manera mucho más eficiente sus tierras. Esta aplicación incluye distintas soluciones como sensores en campo que miden diferentes cuestiones como nivel de enfermedad de un cultivo, la temperatura para saber como esta la planta y que es lo que requiere en tiempo en real.

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En México ha instalado casi 50 equipos en zonas del norte del país como Sonora, Baja California, Nuevo León y Tamaulipas, y también en Jalisco. Esta área se considera una de las regiones de mayor infraestructura y, por lo tanto, de mayor auge y producción, pero aún es bajo el número de agricultores que lo han adoptado.

“El crecimiento es alto, sin embargo, la cantidad de productores que están adoptando este nivel de tecnificación todavía es bajo en relación a la cantidad de productores. Vemos un potencial enorme que va creciendo rápidamente, pero esta aún lejos de pensarse que la mayor parte de productores van a adoptar esta tecnología", señala Medina. "Sobre todo, porque en México la mayor parte son productores muy pequeños, está muy pulverizada la tenencia de la tierra en ese país y esos productores producen para supervivencia no como fines comerciales”.

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Otra de las compañías involucradas en el sector agroalimentario en México es Syngenta, que también ha lanzado un par de aplicaciones móviles para sus agricultores para la administración de su rancho o parcela y para indentificar problemas de plagas, de sequía o de fertilización y, de esta manera, aumentar su productividad con ahorros.

"Lo que estamos buscando es bajar costos de producción. Cuando analizamos cuáles son las preocupaciones del productor, esta es una de ellas. Pero con esta evolución tan rápida que existe en el tema del campo, uno de los retos es crear plataformas que sean económicamente viables para todos los productores. El crecimiento va hacia allá, por lo que buscamos que sean mas accesibles a los pequeños productores”, señala Javier Váldez, director de Syngenta de México.

Por otro lado, grandes empresas como Nestlé, están buscando oportunidades que les ayuden a ser más innovadores en el tema de la agroindustria con la búsqueda de emprendedores que revolucionen el sector con emprendimientos de aplicaciones o softwares que involucren interconectividad o tecnologías con análisis del suelo, del clima o hasta para calcular la cantidad de abono.

“Toda la innovación de tecnología está cambiando el mundo y uno de los sectores que hoy tiene más oportunidades es la agroindustria. Se pueden desarrollar modelos de negocio que hablen de un rancho conectado, de agricultura de precisión y todo esto de verdad va a poder traer muchísimo a la agricultura. Vamos a ver en los próximos años una gran revolución fruto de las nuevas tecnologías”, señalo Fauscto Costa, director ejecutivo de Nestlé México.

¿Qué necesita México para avanzar?

Para el próximo decenio la “revolución agrícola digital” será el cambio más novedoso que podría ayudar a conseguir que la agricultura satisfaga las necesidades de la población mundial, de acuerdo con la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Lo anterior implica que la digitalización modificará todas las partes de la cadena agroalimentaria, ya que ahora las operaciones serán en tiempo real, interconectadas y basadas en datos.

“El tema del big data no se refiere a otra cosa más que al poder de computo que tiene hoy el mundo en comparación al que se tenía hace años. Existen micro datos dispersos a lo largo de toda la cadena de producción y hoy las empresas tienen sus registros transaccionales que generan información a través de diversos tipos de sensores o de drones para obtener más datos medioambientales, de tipos de clima, de tierra que se deben de incorporar para no perder competitividad", comenta Adrián Guarneros, socio de la consultora EY. "Hay otros países mas avanzados y nuestras ventajas se verán disminuidas en la medida de que el sector no invierta en esas tecnologías”.

Debido a lo anterior, México necesitaría de un programa integral que ayude a la mayor parte de los agricultores a cambiar de cultura, sobre todo en las zonas rurales donde los índices de educación y alfabetización son por lo general inferiores.

El gobierno ha emprendido una ampliación de la red de comunicaciones gratuita a través de la red de la Comisión Federal de Electricidad pero, aunque fue un avance, el esfuerzo es insuficiente para los fines de la revolución 4.0 en el agro, detalla el documento del GCMA.

Lo anterior no debería de ser tan complicado considerando que el sistema gubernamental ya tiene avances en relación a la digitalización. A través del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el gobierno ya cuenta con imágenes satelitales con las que se generan estimaciones de las cosecha, además de que utiliza drones y procesamiento de imágenes para calcular los rendimientos de las parcelas de frutales.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) desarrolló una plataforma con las imágenes satelitales del SIAP en la cual indica la cantidad de fertilizante que le falta a las parcelas para llevarlas a su nivel productivo optimo.

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Ejemplos ya hay en marcha. Las productores de hortalizas tienen a través de códigos QR control y trazabilidad en tiempo real de todos sus embarques, garantizando con ello, la inocuidad de los productos. Los productores de uva de mesa usan sensores hídricos para controlar el estrés de las plantas y usar solamente el agua y fertilizantes que la planta requiere en momentos oportunos, señala el GCMA. El reto es generalizar la tecnología para incrementar la productividad.

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