"En este momento no se ha decidido nada. Hemos estado evaluando cuáles son las oportunidades", dijo a periodistas Carlos Tavares, presidente de PSA, quien encabezará la entidad fusionada como presidente ejecutivo.
Tanto el ministro de Finanzas de Italia como el de Francia recibieron con entusiasmo el acuerdo, pero advirtieron que vigilarán de cerca cualquier posible impacto laboral en sus respectivos países.
El grupo resultante de la fusión dará empleo a 400,000 personas en todo el mundo. Los sindicatos ya han advertido que se resistirán a cualquier recorte de la plantilla.
FCA dijo que se reunirá con los sindicatos el viernes para discutir el acuerdo.
Antes de que se complete la fusión a partes iguales, uno de los accionistas de PSA, el grupo chino Dongfeng Motor Group , recortará su participación del 12,2% en el fabricante de automóviles francés mediante la venta de 30.7 millones de acciones a PSA, añadieron.
La participación tenía un valor de 679 millones de euros (748.4 millones de dólares), según el último precio de cierre en bolsa del grupo francés.
"Esta es la manera de apoyar la fusión y asegurarnos de que no tengamos obstáculos en el camino", dijo el consejero delegado de PSA, Carlos Tavares, quien será el consejero del grupo combinado.