Aunque ha existido un compromiso con la disciplina fiscal y la estabilidad macroeconómica, a las 51 empresas globales afiliadas al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) les preocupa el incremento de la percepción de incertidumbre y de hostilidad que existe hacia la inversión privada, lo que mermaría las expectativas de inversión que ahora están planeando para los siguientes cinco años.
Las empresas globales batallan para convencer a su matriz de invertir en México
“Nos está costando mucho trabajo convencer a nuestras casas matrices de continuar invirtiendo en México. En 2019, la economía mexicana no creció (…) lo cual se explica, en buena medida, por la incertidumbre generada por el diseño y ejecución de políticas públicas, el sistemático cambio de reglas para hacer negocios y los constantes mensajes políticos en contra de los mercados y las empresas, elementos que han inhibido la inversión”, consideró Claudia Jañez, presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, en conferencia de prensa.
Aunque la representante del sector privado indicó que no han salido inversiones del país, consideró que hay un espacio para elevar la proporción de 10% del Producto Interno Bruto que actualmente invierten, la cual también se ve afectada porque las inversiones se están yendo hacia otros países.
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Al respecto, Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE, refirió que al cierre de 2019 las empresas ganaron 0.73% en la participación de todo lo que importa Estados Unidos, el mayor mercado para las empresas con operaciones en México. Sin embargo, esta proporción estuvo a la par de otras economías como Vietnam, algo inusual por su ubicación geográfica.
“Las condiciones están alineadas para que México inicie un proceso de crecimiento basado en procesos de inversión. México sigue teniendo niveles de inversión respecto al PIB muy pequeños, el año pasado no se llegó ni a 21%. Si no movilizamos 25% del PIB entre inversión publica y privada, no tendremos crecimiento y no podremos generar más empleos”, dijo.
Entre los elementos que los representantes del sector privado consideraron necesarios para incentivar las inversiones, destacó lo que consideraron una recaudación justa de impuestos que permita aumentar la inversión pública en infraestructura, educación, salud y otros aspectos que generen bienestar social.
Además, puntualizaron que se deben aprovechar los tratados comerciales que México tiene no sólo con la región de Norteamérica, sino también con Europa y las oportunidades generadas por el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, a la par de desarrollar políticas publicas que incentiven la participación de pequeñas y medianas empresas.
“Actualmente, nuestras empresas están tomando las decisiones de inversión y la ubicación de sus plantas y centros de producción para los siguientes cinco años. Para que México esté en el mapa mundial, debemos posicionarlo con claridad, enviar señales positivas sobre por qué la iversión debe llegar a nuestro país antes que en otro lugar del mundo”, concluyó Jañez.