Pemex Fertilizantes (PFERT), que agrupa a estos dos complejos junto con el de Cosoleacaque, acumula una pérdida neta de 27,158 mdp entre 2014 y 2018, los ejercicios analizados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la tercera entrega de su Cuenta Pública 2018.
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La subsidiaria de Pemex pierde este dinero porque no ha logrado poner en marcha su plan inicial de integrar una cadena de producción que involucraba que sus tres plantas funcionaran.
La historia más conocida hasta ahora es la de Agronitrogenados, bautizada como Pro-Agroindustria, cuando Pemex la compró por un monto de 624 millones de dólares en 2014. Las plantas que integraban a este complejo que pertenecía a la acerera regiomontana AMHSA, de Alonso Ancira, tenían una antigüedad de 30 años, y arrastraban un desuso de 14 años cuando se dio la operación (ahora suma casi 19 años).
Así que Pemex ha tenido que realizar fuertes inversiones para recuperar al menos las dos plantas de elaboración de Urea, lo que lograron a principios de 2018, según el reporte de la ASF. A pesar del multimillonario rescate de 443 mdd en trabajos de rehabilitación, la puesta en marcha del Pro-Agro está frenada porque requiere del amoniaco y CO2 que produce la planta de Cosoleacaque, que arrastra sus propios problemas técnicos y financieros, según otro informe presentado por ASF durante esta tercera entrega.