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Mitsubishi tiene motivos para celebrar, a un año de su 'divorcio' con FCA

Ambas marcas acordaron que el 31 de enero de 2019 sería la fecha oficial de su separación comercial. Un año después, Mitsubishi empieza a cosechar los frutos de su independencia comercial en México.
jue 27 febrero 2020 05:00 AM
Concesionario Mitsubishi
En su primer año de operaciones, la marca japonesa vendió 15,738 unidades en el país, 11.9% más que en 2018.

La historia entre Mitsubishi y Fiat-Chrysler Automobiles no tuvo un final de cuento de hadas. Ambas marcas, que llegaron a un acuerdo comercial al principio de los 2000 para que FCA comercializara los modelos japoneses en su red de concesionarios, concluyeron su relación en enero de 2019. A un año de la separación, Mitsubishi ha empezado a cosechar los frutos de su independencia comercial en el mercado mexicano.

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Chrysler México, empresa que luego cambió su nombre a FCA México, empezó a comercializar la marca japonesa en enero de 2003. Entonces los propietarios de concesionarios de Chrysler abrieron espacios para los modelos de Mitsubishi, entre ellos Outlander, Montero Limited, Montero Sport, Space Star, Galant y Eclipse, además de los Evo IX y X.

Pero la historia entre Mitsubishi y FCA en México llegó a su fin cuando la alianza Renault-Nissan adquirió el 34% de las acciones de la empresa Mitsubishi Motors en 2016. La japonesa y el grupo italo-estadounidense acordaron que el 31 de enero de 2019 sería la fecha oficial de su separación comercial.

Lee: ¿Por qué Nissan compró un tercio de Mitsubishi?

Días previos, desembarcaron en Mazatlán, Sinaloa, las primeras 4,870 unidades importadas desde Japón, que en las dos semanas siguientes se distribuyeron a los 52 concesionarios con los que Mitsubishi arrancó su operación comercial el primero de febrero. La mayoría de los puntos de venta eran propiedad de los grupos distribuidores que distribuían la marca desde 2003.

En el último trimestre del año pasado, la marca abrió cinco nuevos concesionarios para llegar a 57 puntos de venta en el país.

Detrás de las vitrinas de los renovados concesionarios de Mitsubishi, había viejos conocidos como Mirage, L200, Outlander y Montero Sport, pero también había modelos nuevos, como Mirage G4 —que también se vende como Dodge Attitude— y Eclipse Cross.

En su primer año de operaciones, la marca japonesa vendió 15,738 unidades en el país, 11.9% más que en 2018, según datos de Inegi. El 80% del volumen es generado por la pickup mediana L200 y por el modelo Mirage G4, un sedán con motor de tres cilindros, destinado a competir contra Hyundai Grand i10 Sedán, Chevrolet Beat, Ford Figo, entre otros.

El número, no obstante, fue inferior a la meta de 25,000 unidades planteada para el primer año de operaciones.

"Tuvimos un buen relanzamiento de la marca. Estoy satisfecho con los resultados pero sé que aún hay mucho por hacer”, dice Jorge Vallejo, presidente de Mitsubishi Motors México. "Lo que sí logramos fue un crecimiento mes a mes, frente a un año previo", añade.

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Más crédito y mejor abasto

Entre los factores que Vallejo considera que han impulsado las ventas de la marca, en medio de una caída generalizada de la venta de vehículos nuevos, están una garantía de siete años, el financiamiento y la mayor disponibilidad de producto y refacciones.

La marca ahora es financiada por NR Finance México, la financiera de la alianza Renault-Nissan. A mediados del año pasado, directivos de NR Finance México anunciaron nueve planes crediticios para atraer a distintos perfiles de clientes, desde estudiantes y emprendedores, hasta comerciantes independientes y taxistas. Una estrategia de financiamiento similar a la de Nissan.

Lee: Mitsubishi quiere aumentar sus ventas 44% ofreciendo sus propios créditos.

El fabricante japonés también ha podido usar el patio logístico de Nissan en Aguascalientes, lo que le ha permitido incrementar el inventario de sus unidades y refacciones, generando un impacto positivo en las ventas. Esto también ha permitido ampliar el inventario y reducir en 40% el costo de las refacciones.

“Antes, al no tener una oficina propia, se tenía que ordenar todo a Japón, con tiempos de espera muy largos. A veces había coches, a veces no. Eso no nos permitía ser muy consistentes en la oferta”, dijo un concesionario de la marca que pidió el anonimato.

Tras lanzar la versión híbrida enchufable de Outlander y la quinta generación de L200, la marca buscará traer a México un SUV de siete pasajeros. En el mediano plazo, la marca japonesa mantiene la meta de alcanzar un volumen de venta anual de 25,000 unidades.

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