En el informe, el director del programa de negocios deportivos de la Washington University in St. Louis, Patrick Rishe, hizo una estimación del impacto de la actual suspensión de las principales ligas deportivas profesionales y universitarias de Estados Unidos, así como del deporte juvenil.
El análisis también contó con una valoración, por parte de la firma Emsi, de las consecuencias que está teniendo el parón para los puestos de trabajo en el sector.
Rishe estimó las pérdidas por el cierre de los deportes profesionales estadounidenses en unos 5,500 millones de dólares, las de las competiciones universitarias en 3,900 millones y las del turismo deportivo juvenil en 2,400 millones.
El panorama que dibuja el informe puede ser conservador, ya que no incluye a los deportes recreativos al aire libre y las apuestas, y tampoco disciplinas individuales como el golf, el tenis y la serie NASCAR de automovilismo.
Las cifras del estudio parten de un escenario en el que las Grandes Ligas de béisbol y la liga de fútbol (MLS) puedan disputar la mitad de sus temporadas con espectadores en las gradas; que la NBA y la liga de hockey sobre hielo (NHL) cancelan los partidos de temporada regular pendientes y celebran sus playoffs sin espectadores, y que los deportes juveniles se reanudan en julio.
Ninguno de estos tres supuestos están asegurados en este momento, dado que siguen existiendo restricciones a la concentración de personas en la mayor parte del territorio para frenar la expansión del virus, que ha provocado más de 1 millón de contagios y más de 63,000 fallecimientos en Estados Unidos.