La industria automotriz experimentó hoy un momento similar al que vivió el equipo de la película La La Land, cuando en 2017 subió al escenario del Dolby Theatre a recoger su Oscar a Mejor Película y luego vio como le quitaban el premio, entregado por error. Mientras que al director Damien Chazelle y al elenco ese sabor a gloria le duró apenas minutos, a la industria automotriz la felicidad por reiniciar operaciones a partir del 18 de mayo le duró menos de 24 horas.
Eduardo Solís, de Concamin: “No fue una fe de erratas, nos cambiaron el acuerdo”
En la página 29 de la edición digital del Diario Oficial de la Federación del miércoles, decía que mientras prevalezca la emergencia sanitaria, la construcción, la minería y la fabricación de equipo de transporte se considerarán como actividades esenciales, y que a partir del 18 de mayo, las actividades esenciales establecerán estrictos protocolos de protección para todos sus trabajadores. Diversas empresas del sector dieron por hecho que a partir del 18 de mayo tendrían luz verde para arrancar sus planes escalonados de reinicio de operaciones.
Pero tras bajar el documento, borrar la página 29 y publicar otro nuevo el jueves en el Diario Oficial de la Federación, las plantas de autopartes y de vehículos amanecieron hoy con la noticia de que finalmente no podrán arrancar operaciones sino hasta el 1 de junio.
“Lo que hicieron no fue una fe de erratas, nos cambiaron el acuerdo. Con lo publicado en el DOF el día de hoy, las plantas no pueden empezar a operar el 18 [de mayo]”, dijo en videoconferencia Eduardo Solís, miembro del consejo directivo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y consultor independiente en comercio exterior, inversión y manufactura. “Me parece que esto fue resultado de esta lucha de fuerza que hay en el gobierno entre el tema de salud y el tema económico”, añadió.
A diferencia de lo publicado ayer, el artículo cuarto del Acuerdo por el que se establece una estrategia para la reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas, publicado este jueves en el DOF, ahora estipula que del 18 al 31 de mayo de 2020, las empresas del sector implementarán los lineamientos de seguridad sanitaria en el entorno laboral, que publique la Secretaría de Salud, en coordinación con las secretarías de Economía y del Trabajo y Previsión Social, así como con el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Esto nos quita la posibilidad de tener un reinicio gradual de las operaciones como ya lo habíamos planeado”, dijo Solís, quien explicó que las empresas ya estaban listas para arrancar el lunes. En las últimas semanas habían trabajado en protocolos elaborados a partir de las recomendaciones del IMSS, de la Organización Mundial de la Salud y de sus filiales estadounidenses, europeas y asiáticas.
El representante del sector en la Concamin dijo que la industria había planeado un reinicio escalonado, con el mínimo necesario de empleados en las líneas de producción y aprovechando el 5% o 10% de la capacidad instalada. “Una planta de 1,000 personas, por dar un ejemplo, arrancaría con 50 personas nada más”, dijo Solís.
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Pero, tras la modificación hecha al DOF, los fabricantes tendrán que esperar hasta el 1 de junio para arrancar producción, independientemente de las disposiciones municipales y estatales.
“Si la federación no abre la posibilidad [de arrancar operaciones], los gobernadores no puede hacerlo por su cuenta. Si una planta, aunque haya empezado operaciones con el permiso estatal podría ser cerrada por los inspectores federales con base en el acuerdo publicado esta mañana”, dijo.
Eduardo Solís, quien durante 12 años fue presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, solicitó al gobierno federal reconsiderar, con la publicación de una nota aclaratoria en el DOF, que la industria pueda arrancar a partir del 18 de mayo, conforme la Secretaría de Salud o la del Trabajo y Previsión Social constate la implementación de los protocolos en las plantas.
“Ayer [Hugo] López-Gatell [subsecretario de prevención y promoción de la salud] dijo que las empresas deben tomarse el tiempo para presentar sus protocolos. Yo pienso que pudo haber sido un poco menos restrictivo y decir que en cuanto se vayan aprobando sus protocolos ya pueden empezar a producir”, dijo Solís.
El líder gremial recordó que México es el mayor proveedor de partes y componentes automotrices para Estados Unidos, por lo que aplazar el arranque de la producción puede ocasionar cierres en las plantas de vehículos de ese país que reiniciaron operaciones la semana pasada.
“Honda reinició operaciones en Estados Unidos pero ya está considerando volver a cerrar la planta porque no pueden recibir piezas desde México”, dijo Solís. “Corremos el riesgo de perder este estatus de ‘socio confiable’ que tanto trabajo nos costó construir”, concluyó.