Las acciones de Grupo Aeroméxico, que opera la principal línea aérea del país, se hundieron el miércoles después de que anunció en la víspera el inicio de un proceso "voluntario" de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 de la legislación de Estados Unidos.
Las acciones de Aeroméxico se desploman casi 30% tras el anuncio de reestructura
Los títulos de Grupo Aeroméxico cerraron en 4.17 pesos, con una caída del 28.47% frente al día anterior, se trata del precio más bajo del que se tenga registro.
A media jornada, las acciones de la aerolínea llegaron a desplomarse más de 65%, a 2 pesos y fueron suspendidos brevemente por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para llevar a cabo una subasta de volatilidad, una acción habitual cuando una compañía sufre bruscos vaivenes.
"La noticia resulta negativa para la emisora, ya que refleja los importantes retos de liquidez y operatividad, derivados de las afectaciones por el COVID-19", dijo Brian Rodríguez, analista del grupo financiero Monex.
Aeroméxico es la tercera aerolínea de América Latina en acogerse a la protección de la justicia estadounidense en medio de la pandemia del coronavirus que ha afectado seriamente sus operaciones.
La menor demanda también ha afectado a su rival mexicano Interjet que anunció el fin de semana "una "profunda" reestructuración financiera y comercial, mientras intenta recuperar parte de su capacidad de vuelo.
“Con el proceso de reestructura del Capítulo 11 fortaleceremos nuestra posición financiera e incrementaremos nuestra liquidez, creando al mismo tiempo una plataforma sustentable que nos permita transitar con éxito la actual incertidumbre económica global”, comentó Andrés Conesa, director general de Aeroméxico, en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ayer.
La compañía recientemente obtuvo un financiamiento de parte de la sociedad de inversiones Aimia –operadora de su programa de lealtad Club Premier– por 100 millones de dólares para mantenerse operativa, y a finales de mayo anunció que colocaría 400 millones de pesos en deuda.
La aerolínea viene de un año negro que inició en marzo de 2019, cuando tuvo que sacar de operaciones a seis aviones 737 MAX, luego de que estos modelos de aeronave estuvieran involucrados en dos accidentes donde fallecieron 346 personas en Etiopía e Indonesia. Desde entonces los aviones estuvieron en tierra y le provocaron pérdidas por 2,369 millones de pesos durante 2019.
A partir de la pandemia de COVID-19, sus flujos de pasajeros cayeron más de 41% en marzo, cerrando el trimestre con pérdidas por 2,369 millones de pesos. El desplome de los usuarios se profundizó hasta -91% en abril y -92% en mayo.
Con información de Reuters.